Por Claudia Andrea Sánchez
“Hice una reflexión sobre mi vida. He estado fuera de Chile por mucho tiempo sirviendo en el área de las relaciones internacionales. He estado con un pie en la política y con otro afuera. Sentí que la experiencia que he adquirido la puedo poner en el Senado”. Con estas palabras, el ex canciller Juan Gabriel Valdés (PS) comenta sus deseos de ocupar un escaño en la Cámara Alta por la Región de Los Ríos, la misma circunscripción de su padre, Gabriel Valdés Subercaseaux.
“Quiero ser senador por Los Ríos. Voy a ser muy franco: si mañana mi partido cree que es mejor ir por otra parte, diría que no. Me interesa representar a Los Ríos en el Senado”, dice el ex canciller. Asegura que está dispuesto a competir en primarias internas del PS con el diputado Alfonso de Urresti. “Tendríamos una primaria en el caso de que él persista”.
- ¿Si no es candidato podría volver a ser ministro?
- Creo que Michelle Bachelet va a necesitar un Congreso para ella. Necesitará un grupo de gente que sea capaz de mantener las lealtades. Creo que hemos perdido ese sentido.
- ¿Por qué lo dice?
- Escucho a un ex ministro de Hacienda, quien fue una persona tan cercana a Bachelet, atreverse a decir en televisión una frase que me parece sacada del general Pinochet que es decir “yo no parto mi campaña en un aeropuerto rodeado de políticos que me piden cargos”. Es una de las cosas más deplorables que he oído, no sólo por lo malo de la frase, sino porque a mí me parece chocante lo que puede significar la erosión de ciertos sentimientos de lealtad que considero absolutamente imprescindibles para que un país funcione. Los ciudadanos tienen derecho a saber cuándo votan por alguien y cuando apoyan a un gobierno, ¡qué significa esa gente! y si tienen cohesión entre ellos y lealtad no solamente con principios abstractos sino que con los grupos y con los equipos que conforman.
- Para crear confianzas, hay que crear lealtades...
- Hay que crear confianzas -que es un elemento esencial para la política- hay que mantener relaciones de lealtad que para mí son vitales. Si yo fuera elegido, mi lealtad con el gobierno sería total.
- ¿Podemos concluir que Andrés Velasco es un desleal con Michelle Bachelet?
- No voy a hacer una calificación por Andrés Velasco por quien siento aprecio y lo valoro, creo además que tiene categoría. Pero la frase es una frase desleal.
- ¿Y cómo encuentra su eslogan en los diarios “Yo voy aunque venga” en directa alusión a Bachelet?
- Bueno. Un grupo me dice que más que voluntad y conducción política, ahí lo que hay es una cantidad de publicistas. Los publicistas pueden ser geniales y valiosísimos o también pueden ser la perdición de los candidatos. En este caso, en una candidatura en la cual se definen estrategias, nadie puede partir una campaña diciendo yo voy sólo si ella no va, para terminar poco tiempo después diciendo ¡ah no! “yo voy aunque venga” porque es referirse como contrario a Bachelet sin que haya ninguna, ni el asomo de una política o de un criterio programático de diferencia porque él no puede presumir de lo que ella va a decir. Por lo tanto, él mismo que proclama la necesidad de debatir ideas y de debatir programas resulta que ataca sin ninguna lógica o consideración programática.
- Ella no ha respondido...
- ¿Qué le va a responder? Considero que cuando Michelle Bachelet esté en Chile va a participar en una primaria como ha participado toda su vida con dignidad, con lealtad. Habrá un debate incluido Velasco, pero me parece deplorable que una campaña se empiece a definir sobre la base de una contradicción con Michelle Bachelet sin que haya de por medio ningún concepto.
- ¿Cree que ha faltado marcar una mayor defensa de Bachelet?
- Creo que es un camino errado. Esto está pasando recién y creo que va a haber una reacción.
- ¿Le gusta su discurso anti partidos?
- Me recuerda las posturas de Marco Enríquez-Ominami de 4 años atrás. Yo pensé que era una desviación momentánea. Cuando dice conozco a gente de entre 25 y 30 años que es honesta, parece estar calificando a todos los que no somos de esa edad como gente que hay que marginar de la política. Creo que está profundamente equivocado en su campaña y lo lamento sinceramente.
-
¿Cuál es el plazo fatal para Bachelet se pronuncie?
- Eso es una decisión de ella. Hay una gran exageración que es propia de un país como el nuestro, isleño que mira lo internacional como si ocurriera en otro planeta. Leo en diarios chilenos una descripción de Michelle Bachelet como si ella estuviera en una oficina en Nueva York rodeada de teléfonos esperando llamados de Osvaldo Andrade. Es una visión tan infantil y banal de lo que sucede que a uno, eso induce a error. Su paso por la ONU la va a engrandecer.
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