“En el ámbito externo, las condiciones financieras globales han mejorado y las tensiones financieras en la Eurozona se han atenuado tras los anuncios del Banco Central Europeo. Sin embargo, continúa la incertidumbre sobre esa región y no se puede descartar un recrudecimiento de las tensiones en los próximos meses”. Ese fue el diagnóstico del Banco Central respecto a la crisis en Europa, aunque consignó las medidas que también están tomando otras autoridades monetarias, dado que recientemente se reafirmaron las proyecciones de lento crecimiento de las economías desarrolladas y la desaceleración de las principales economías emergentes. “Frente a ello, varios bancos centrales han tomado medidas adicionales de estímulo monetario, destacando las acciones de la Reserva Federal de Estados Unidos”, afirmó el instituto emisor.
En el ámbito interno, el instituto emisor afirmó que los indicadores de actividad y de demanda han evolucionado en torno a tasas de tendencia.
Además, planteó que el crecimiento del empleo sigue moderándose y que aunque no se observa una aceleración de los costos laborales, el mercado del trabajo sigue ajustado.
En cuanto a las expectativas inflacionarias afirmó que se éstas permanecen en torno a la meta.
Con ese panorama, el instituto emisor decidió mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 5,0% por octavo mes consecutivo, en línea con la proyección del mercado.