“Soy concertacionista desde siempre y voy a seguir siéndolo”, afirma el ex ministro de Hacienda, Alejandro Foxley, quien condena y rechaza, categóricamente, que se esté hablando del fin de este bloque político.
Es que, a su juicio, todavía queda mucho por hacer, sobre todo, si se considera que “Chile como nunca antes en la historia tiene al alcance de su mano convertirse en un país desarrollado”.
De hecho, desde su actual rol como presidente de Cieplan y como parte del Carnegie Endowment, se encuentra haciendo un estudio de los países de renta media sobre qué tienen que hacer para convertirse en países desarrollados en los próximos 10 años.
- ¿Cuáles son los errores que no se debieran cometer en los próximos 10 años en Chile?
- No evaluar bien las consecuencias de la crisis financiera mundial. Ello, porque las consecuencias más marcadas es que la situación post crisis estará marcada por una tasa de desempleo en todos los países anormalmente alta y que será muy difícil de reducir, a menos que se tomen decisiones de fondo respecto de la estrategia de desarrollo.
- ¿Basta con crecimiento económico?
- Allí el primer problema que se puede enfrentar es si Chile queda satisfecho con tasas de crecimiento de 3% a 4%, como ocurrió en el pasado, será muy difícil ofrecerle a la gente trabajo estable y de buena calidad en la cantidad que se requiere.
- Esas tasas de crecimiento de 3% a 4% se lograron bajo el gobierno de la presidenta Bachelet…
- Estamos hablando de la situación post crisis asiática, durante todo ese período y después de la crisis más reciente la economía chilena tuvo que ajustarse, se hicieron buenas políticas para evitar el efecto contagio y, en eso, hay que destacar una excelente política fiscal tanto en el gobierno de Ricardo Lagos como de Michelle Bachelet, pero el impacto de la crisis provocó una desaceleración del crecimiento. No obstante, ahora tenemos que recuperar el vigor que esta economía tenía en los años ’90.
Diversificación
- ¿Quién tiene la responsabilidad de recuperar esa velocidad de crecimiento?
- Generalmente se le plantea al gobierno como si fuera su exclusiva responsabilidad y no es así, sólo en parte.
- ¿Por qué?
- Si uno mira la experiencia en los años ´90 cuando Chile creció a tasas del 7%, hubo reglas muy claras de carácter económico, superávit fiscal, apertura adicional de la economía y un ambiente muy favorable a la inversión. De hecho, fue tan fuerte la inversión que la economía durante casi 10 años estuvo creciendo al 7% y después en parte con la crisis esto se empezó a desacelerar. Ahora, mirando hacia adelante, que es lo que importa, lo primero es tener un buen diagnóstico.
- ¿Cuál debería ser?
- Que los mercados tradicionales como Estados Unidos y Europa estarán creciendo muy lento según todos los pronósticos del FMI y, por lo tanto, si queremos apuntar a un crecimiento del 6% a 7% tenemos que hacer un viraje, una reorientación estratégica y mirar con más énfasis al Asia. Chile es el país que tiene exportaciones más concentradas en América Latina después de Venezuela, concentradas en recursos naturales y materias primas. Entonces, ahí hay una tarea de saber aprovechar el mercado del Asia, empezando por ensayar con envíos de productos con mayor valor agregado.
- ¿Cómo se asegura en un momento del alza del ciclo un crecimiento de más largo plazo?
- El riesgo que puede enfrentar Chile, como la mayoría de los países en América Latina, es entrar en ese ciclo de una bonanza que no está respaldada por una tasa de inversión y un aumento de productividad suficiente para sostenerse en el largo plazo, pues esta etapa estará respaldada por Estados Unidos y Europa mostrando tasas de interés muy bajas, casi cero en los próximos años, dado que no han logrado recuperar su economía junto a una gran liquidez en los mercados de los países desarrollados porque esa gente no está invirtiendo.
- ¿Y el peligro está en este diferencial de tasas?
- Ya tenemos un diferencial de tasas de interés que va ir aumentando, pero no sólo en Chile, en América Latina y en el Asia Emergente. Y lo que está empezando a ocurrir es un aumento de los flujos de capitales y a eso se le agrega el alto precio del cobre y de otros commodities, lo que configura una situación de apreciación del tipo de cambio, de exceso de entrada de capitales, de tentación de facilitar el crédito interno para consumo y entrar en una burbuja de crecimiento alto transitorio que, finalmente, tiene que frenarse con una política de estabilización, reducción fuerte de gasto público, etc. Ese ciclo de expansión y contracción tenemos que evitarlo a toda costa.
- ¿Y cómo se evita?
- Primero, hay que colocar todo el esfuerzo ahora para facilitar la inversión público-privada y, dos, aumentar la productividad. Hemos aprendido de los errores del pasado y tengo confianza en que el gobierno actual sabrá reconocer estos síntomas a tiempo y tomar las medidas que correspondan.
Instituto emisor
- ¿Cuál es el rol del Banco Central en esta etapa del ciclo?
- El Banco Central debería estar sí muy preocupado de la apreciación del tipo de cambio. Y esto lo he dicho siempre y también cuando era presidente de la Comisión de Hacienda del Senado: debe tomar un rol más activo.
- La autoridad señala que el tipo de cambio hoy no está desalineado...
- Habría que ver cómo lo están midiendo, han salido algunos economistas que han cuestionado el método con que se mide los deflactores, pero lo que está claro es que si el tipo de cambio se sigue apreciando, los exportadores nuevos y los medianos y pequeños una vez más se van a ver desplazados en el mercado y al final del proceso sólo tendremos en pie la industria del cobre, algunas empresas de alimentos y el sector forestal, entonces, hay que considerar que no hay ningún país desarrollado hoy -excepto Noruega- que haya llegado a ser una economía avanzada sin haber diversificado su producción, sus exportaciones, sin haber agregado valor, incorporado inteligencia, conocimiento avanzando a lo que produce y a lo que exporta. Entonces, el tipo de cambio es un tema central y siento que no se está discutiendo adecuadamente en Chile y creo que el Banco Central tiene que tomar una posición mucho más activa.
- ¿Debe intervenir directamente el mercado cambiario?
- Ellos son los responsables de dar una señal que permita que la economía establemente crezca al 6% o 7%, eso supone no desperdiciar ninguna inversión y apoyar a cualquier potencial exportador y no dejarlo fuera del mercado por una situación transitoria de exceso de entrada de capitales. Cuando era ministro de Hacienda de Patricio Aylwin, en conjunto con el Banco Central, decidimos establecer un encaje respecto de la entrada de capitales de corto plazo, que era que un 20% de esos capitales debieran quedar sin recibir intereses como reserva y después se subió a un 30% (...) tengo confianza en que se ha aprendido de los errores del pasado, que se va a corregir.
- Pero el Banco Central tiene como mandato preocuparse por la estabilidad de precios no por el crecimiento económico.
- Pregúntenle al presidente del Banco Central de Estados Unidos, Ben Bernake, cómo entienden ellos la tarea del instituto emisor. De hecho, la preocupación fundamental de ellos en estos momentos, además de la inflación, es el nivel de empleo.
El tirón de orejas a la Concertación: “De qué duelo me hablan”
- ¿Se siente identificado con la Concertación?
- Soy concertacionista desde siempre y voy a seguir siéndolo, sin duda. Ahora, hay muchas tareas pendientes y la primera de ella es dar una mayor señal de unidad.
- ¿Cuál debe ser el rol de la Concertación ahora como oposición?
- El otro día leí en la prensa que alguien de la Concertación decía que había que hacer el duelo... no entiendo por qué la Concertación tiene que hacer un duelo cuando ha sido la coalición política más exitosa en la historia contemporánea de Chile, perdió una elección por una diferencia relativamente estrecha y termina con una presidenta (Michelle Bachelet) con casi 80% de aprobación, entonces, de qué duelo me hablan.
- ¿A qué debe dedicarse el bloque?
- Lo que la Concertación tiene que hacer es ponerse a pensar el futuro y con menos disputas dentro de los partidos. Debería poner las tres o cuatro ideas matrices fundamentales que permitirán mostrar el camino al país después del gobierno actual. Hay que ser capaces de entusiasmar a la gente y de sentir que tenemos una cierta energía para hacer las transformaciones que correspondan después de una crisis global financiera gigantezca. Esa es la única y fundamental tarea para la Concertación y para los centros de estudios de cualquier corriente de pensamiento.
- ¿No comulga, entonces, con quienes dicen que cada uno de los partidos de la Concertación debe buscar un nuevo rumbo?
- Esa idea me parece absurda. Nosotros aprendimos, de la manera más dura posible, en los 17 años en que duró el gobierno no democrático, autoritario, militar, a lo que puede llegar un país cuando la gente no es capaz de trabajar junta, pero como Concertación aprendimos que teniendo puntos iniciales muy distintos pudimos fraguar una visión común del país.
- ¿Y cuál es el cambio que debe vivir la Concertación?
- Tiene que renovarse a fondo. Aquí quiero decir también que hay gente muy simplista que dice que la gente de menos de 40 años tiene que hacerse cargo de las cosas y eso me parece absurdo, todos tienen que trabajar en conjunto independientemente a la edad.
Alianza CEP-Cieplan prepara propuesta tributaria
Un trabajo de hormiga está realizando el ex ministro de Hacienda, Alejandro Foxley, al interior de Cieplan, donde ejerce la presidencia. Con gran entusiasmo habla de su relanzamiento y, aunque reconoce que “obviamente aquí somos todos de la Concertación, tenemos una visión más de país, que de un sólo partido o bloque de partidos”. Explica que la entidad está hoy enfrascada en tres líneas de trabajo:
1- Diálogos internacionales: “Queremos tratar de poner nuestra experiencia en el contexto de discusiones de políticas públicas en América Latina. Para ello, tenemos un proyecto bastante grande apoyados por organismos internacionales como la UE, el Banco Mundial, PNUD y dos fundaciones una española y otra sueca. Esto es realizar seminarios en distintos países para discutir agendas de futuro post crisis. Ya tuvimos un primer seminario sobre Cohesión Social y esta semana se realizará el segundo que tratará la crisis, el ajuste macroecoómico y las perspectivas. Esto es en preparación de los diálogos que vamos a hacer en toda la región.
2- Asesoría legislativa: Esta área es coordinada por René Cortázar, quien trabaja con Andrés Velasco, Francisco Javier Díaz, Alberto Arenas, José Pablo Arellano, Gonzalo Rivas y Alejandro Micco. “Existe un grupo de parlamentarios que le pidieron a Cieplan que le preste asesoría no sólo en proyectos de ley sino también en el debate de ideas. En este momento, por ejemplo, están trabajando en cómo enfrentar el debate de la próxima ley de Presupuestos”.
3- Red con otros centros de estudios: Ya está acordado un proyecto sobre Consolidación de Democracia, que lo financia el PNUD con participación de Proyectamerica, el CEP y Libertad y Desarrollo. Además, se concretó otro programa de trabajo en conjunto con el CEP con quien se está trabajando en dos temas: reforma al sistema de Partidos Políticos y establecer un diagnóstico de cuál es la situación del sistema tributario en Chile y su posible perfeccionamiento. Los encargados ahí son José Pablo Arellano (Cieplan) y Vittorio Corbo (CEP). “Ellos van a producir algunos paper, documentos y cuando haya algunas ideas encima de la mesa, que son principalmente, de la evaluación de la situación tributaria actual, ahí reunirá un grupo de gente del sector publico y privado y centros académicos”.