El nuevo énfasis al que está apostando China, que busca potenciar el consumo interno tendría efectos de dulce y agraz para la economía chilena, dado que si bien se convertiría en una excelente oportunidad para los envíos no cobre de Chile hacia esa nación, la política de mayor demanda interna también podría tener un efecto al alza en los precios de los bienes, lo que podría generar un efecto en la inflación a nivel nacional. Este diagnóstico es parte del estudio titulado “China y Chile: una relación con futuro”, que realizó el área de Estudios y Políticas Públicas de Banco Santander.
En la publicación, la entidad destaca que el eje de crecimiento chino proyectado para el período 2011-2015 comprende tres áreas: mejorar la distribución del ingreso y la red de protección social; desarrollar una economía medioambientalmente sustentable; y reenfocarse hacia una economía intensiva en consumo.
Precisamente este tercer ámbito está marcado por el desafío del país asiático para transformarse de una economía extensiva, en que la acumulación de riqueza y el uso de mano de obra son los motores, a un modelo intensivo en mejoras de la productividad.
En ese sentido, un aumento en la inflación de China
-dice la publicación- tendría importantes efectos inflacionarios por el lado del consumo en Chile, en particular en los bienes transables debido a presiones de demanda y aumento de los costos producto de las políticas sociales implementadas en ese país, como por ejemplo el incremento del salario mínimo. “Según nuestras estimaciones, un alza de 5% en los productos chinos se traducirían en una mayor inflación, del orden de 1,2%”, añade Santander.
Respecto a una eventual profundización de la desaceleracion del país asiático, la entidad señala que esta vendría asociada a una reducción del precio del cobre, con efectos de consideración sobre la economía chilena. “Sin embargo, podemos decir que Chile posee diversas fuentes de ingresos y de financiamiento más allá del cobre, las que podrían atenuar los impactos negativos. En efecto, su importancia en las finanzas públicas ha disminuido en el tiempo. Por otro lado, el stock de recursos disponibles en los fondos soberanos y otros activos fiscales podrían hacer frena shocks transitorios en el precio del cobre”.
BCI ve ajuste de expectativas por tasa
En otro ámbito, ayer el departamento de estudios de BCI señaló que el mercado “finalmente comienza a corregir a la baja su visión de TPM. Ayer (martes) las tasas swap mostraron caídas, que promediaron unos 5 puntos base y se dieron a lo largo de la curva completa. Las alzas de los últimos días se habrían dado principalmente por la salida de agentes externos (...) el escenario nos parece que apunta con claridad hacia reducciones en la tasa de instancia, en un proceso que llevaría la TPM por debajo de 4% en 2014”.