El director de Moody’s Analitics para América Latina, Alfredo Coutiño, se caracteriza por ir contra la corriente a la hora de hacer proyecciones.
Mientras el mercado reconoce que el Banco Central enfrenta un dilema a la hora de decidir si vuelve a bajar o no la tasa de interés en la reunión de este jueves tras el elevado IPC de 0,6% registrado en abril, el analista dice que esta es la oportunidad de aceptar “no solo que el relajamiento monetario ha sido innecesario e inefectivo, sino también que tendrá que ser revertido más temprano que tarde”.
Según un informe elaborado por el economista mexicano, “el fuerte repunte inflacionario está dejando a las autoridades chilenas con la única opción de dar reversa al relajamiento monetario que ha puesto en marcha el BC bajo el argumento de ayudarle a la economía a salir de la desaceleración en que ha caído”.
Asegura el análisis, “la inflación ha mostrado una persistente tendencia al alza desde mediados del año pasado, evidenciando con ello la existencia de presiones de demanda en una economía que corre con un exceso de demanda generado por políticas expansivas”.
A juicio de Coutiño, las cuentas nacionales también evidencian que la economía funciona con un exceso de demanda desde 2011, “lo cual es resultado de las prolongadas políticas expansivas puestas en marcha desde el 2009”.
En el mismo informe, el experto de Moody’s Analitics asegura que pese a que la autoridad monetaria ha argumentado que el repunte inflacionario se debe al debilitamiento del peso, “las cifras oficiales muestran que no es el precio de los bienes comerciables lo que están impulsando a la inflación, sino más bien el de los no comerciables, que en abril reportaron una inflación anual de 5.1%”.
Asimismo, señala que la aceleración tanto de las importaciones como de la inflación “confirman la existencia de dicho exceso de demanda en la economía. De hecho, la desaceleración de la economía se debe en cierta medida a la fuerte penetración de importaciones que ha desplazado a la producción nacional”.
Coutiño agrega que otro signo de la existencia de presiones de demanda es el hecho de que todas las mediciones de inflación subyacente muestran una clara tendencia al alza desde julio del año pasado, “lo cual se ha agudizado en los últimos meses”, dijo.