Dudas manifestaron distintos economistas ante la decisión del Ministerio de Hacienda de mantener en el Informe de Finanzas Públicas (IFP) una perspectiva de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2,5% para el año pese a un mundo internacional golpeado por la guerra arancelaria.
De hecho, a diferencia del Gobierno, varios analistas y mismos organismos internacionales han reducido sus proyecciones para el PIB de China a una cifra cercana al 2%.
Para el economista jefe del BCI, Sergio Lehmann, “el escenario externo más complejo exige una revisión en el crecimiento del año” tal como lo hizo el Fondo Monetario Interncional (FMI) y Banco Mundial.

Agregó que el menor impulso externo y la incertidumbre instalada llevará a una menor dinámica hacia los próximos trimestres. “La cifra de crecimiento queda situada en una zona optimista, que llevaría a sobreestimar los ingresos fiscales”, dijo junto con plantear que “el recorte del gasto debe aplicarse sin condiciones, de forma de ser responsables en la búsqueda de los objetivos de déficit fiscal”.
A su vez, el economista jefe del Banco de Chile, Rodrigo Aravena, afirmó que “estamos en una situación donde hay un riesgo de que nuevamente tengamos un incumplimiento de la meta fiscal” y que la mantención de la estimación de expansión del PIB “es algo que no deja de llamar la atención”, considerando que hemos visto una tendencia global y transversal de recortes en las metas de crecimiento.
Considerando el nivel de apertura de la economía chilena, la integración al comercio internacional y el hecho de ser una economía pequeña, dijo que “cuesta encontrar argumentos para pensar cual es el factor local que compensaría este deterioro externo, nosotros al menos no lo vemos”.
Ante ello, ratificó que Chile crecerá alrededor de 2% este año.
Además, sostuvo que “no es obvio” que se puedan considerar todos los ajustes de gasto que se están anunciando, por lo tanto “hay una posibilidad real de que la deuda finalmente termine acercándose de manera más acelerada a ese nivel del 45%, en el cual podríamos tener recortes en clasificaciones”.
El economista socio de Forecast Consultores, Ángel Cabrera, opinó como “muy optimista” el 2,5%. “La mayoría de los analistas estamos proyectando algo en torno al 2%, esa diferencia de medio punto implicaría una menor recaudación por unos US$ 400 millones, ese es el problema”, planteó.
Y anticipó que “lo más probable” es que va a tener que corregir a la baja la proyección de crecimiento y “eso implica también una revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento de ingresos, porque incluso con estos números el déficit fiscal sigue siendo un problema”. Enfatizó que “si la economía va a crecer menos lo que corresponde es saber qué medidas tienen en mente”.
Factor China
Para la analista económica de Econsult, Carolina Krefft, el Gobierno está siendo “inconsistente en cuanto a su postura sobre el escenario internacional” debido a que Hacienda mantiene la proyección de PIB para Chile, incluso aumentando el crecimiento proyectado de las exportaciones (de un 3,9% a 4,1%), “asumiendo que la agresiva guerra comercial entre las dos principales economías globales no tendrá efecto en nuestra economía”.
Precisó que la causa de esta inconsistencia proviene del escenario macroeconómico mundial: “El crecimiento esperado por Hacienda para China es de 4,8% para 2025, lo que significaría que podrían amortiguar casi por completo el efecto de las tensiones comerciales”, indicó.
Sin embargo, comentó que según sus cálculos, el gigante asiático se verá mucho más golpeado, con un crecimiento más hacia el 4% (en línea con lo que proyecta el FMI) o incluso por debajo “con lo que su demanda por cobre se verá afectada y a su vez, el crecimiento de Chile, que depende fuertemente del impulso externo que nos entrega la economía asiática”, enfatizando que su ponóstico hoy es de un crecimiento más hacia el 2% en 2025.
El economista jefe del banco BICE, Marco Correa, ve probable que en las próximas revisiones haya cambios en las estimaciones de PIB, dependiendo del panorama arancelario y sus consecuencias.
“El efecto en particular para Chile -dijo- aún es incierto, pero la percepción es que no sería un país perjudicado en particular en gran medida. La visión es que al darse cuenta de un menor crecimiento de las principales economías, el impulso externo para Chile sea más bajo. Esto, eventualmente puede ser compensado por los términos de intercambio más favorables”.
Sobre el ajuste en el gasto, señaló que “va en la dirección correcta” para poder alcanzar las metas de déficit, pero consideró “probable que se necesiten esfuerzos adicionales en este sentido. Es parte del proceso que algunos cambios están sujetos a reformas legislativas, pero eso de todas formas le pone una incertidumbre adicional a las estimaciones de gasto y presupuesto. En particular, nuestra visión es que este año el déficit de efectivo sea mayor al que establece la meta del Gobierno, ubicándose más cerca del 2%”.