Falta exactamente una semana para que el Banco Central revele la actualización de su escenario base, con la entrega del Informe de Política Monetaria (IPoM) correspondiente a junio.
Un reporte bastante esperado no tanto por los ajustes en las proyecciones, ya que los expertos no esperan cambios muy disruptivos -ya que el escenario base, tanto interno como externo, han estado bastante en línea con lo estimado en marzo- y más bien están atentos a los mensajes que se entregarán en materias claves como política monetaria, inversión y riesgos externos.
Para analizar los focos más importantes del informe, consultamos a cuatro economistas que se desempeñaron en el instituto emisor en el pasado: Felipe Jaque, economista jefe de Grupo Security; Hermann González, economista principal de BBVA Research; Sergio Lehmann, economista jefe de Banco BCI; y Felipe Morandé, economista y director de empresas.
Crecimiento
Por calendario, en el IPoM de junio corresponde reducir el rango de crecimiento -que actualmente está entre 1% y 2%- en un cuarto de punto. Sergio Lehmann espera que se eleve el piso del rango a 1,25% y el techo se mantenga en 2%, “pero advirtiendo un sesgo a la baja en materia de riesgos”.
Felipe Jaque comparte la visión de Lehmann y agrega que el Central mantendría la visión de una recuperación más sostenida para el próximo año y, por lo mismo, no haría cambios a la estimación actual que apunta a que el PIB crecería entre 2,25% y 3,25% en 2018.
Los economistas Felipe Morandé y Hermann González esperan que el techo del crecimiento del Producto se ajuste en 1,75%.
“La actividad económica ha estado más floja de lo previsto, empujada por minería y construcción”, explica Morandé.
Inversión
De acuerdo a los economistas, será relevante el análisis que haga el Central respecto al estado y las perspectivas para la inversión. Los cuatro economistas coinciden en que la proyección vigente de un aumento anual de 0,2% se reducirá.
“Podría haber un ajuste a la baja en la proyección de inversión para este año, reconociendo la posibilidad de un registro negativo”, indica González, mientras que Lehmann no espera un ajuste importante en la proyección de esta variable pese a la cifra negativa del primer trimestre (-2,4%).
Para Jaque, la situación de la inversión será un tema importante a destacar dentro del reporte, debido a la preocupación que ha manifestado el ente emisor por el estado de la formación bruta de capital fijo y los inventarios en los últimos meses.
Una visión similar tiene Morandé. En su opinión, el ente rector tiene que profundizar en la realidad que reveló el último Informe de Percepciones de Negocios, el cual advirtió que los inversionistas están un compás de espera a la espera de que se resuelva el escenario político a fines de este año.
“Pocas veces antes el entorno político ha tenido tanta gravitación en lo económico como en estos últimos tres años”, dice Morandé.
Inflación
La tendencia a la baja en los precios que se comenzó a observar a fines de 2016 se ha acentuado en lo que va del año, y por eso Felipe Jaque cree que puede haber un ajuste a la baja respecto de la estimación de marzo, que apuntaba a una inflación de 2,9% al cierre del año.
“Con una economía que va de menos a más debiera corregir algo a la baja la proyección más que nada por los últimos registros que han sido acotados”, explica.
González cree que la proyección se mantendrá en 2,9% ya que si bien las presiones han sido acotadas e incluso se han observado sorpresas a la baja recientemente, se debe reconocer que el peso se ha depreciado, lo que unido a un proceso de recuperación económica que va de acuerdo a lo previsto, “permitirá que la inflación se ubique en torno al 3% a fin de año”.
Política monetaria
Uno de los temas clave en este IPoM, de acuerdo a los expertos, serán las señales que el banco entregue en relación al rumbo que tomará la política monetaria luego de que el estimulo previsto en marzo ya es una realidad.
“Esperamos que en el IPoM se reafirme el mensaje entregado en la última reunión de política monetaria, planteándose que no habría movimientos en el corto plazo”, plantea Lehmann, quien explica que este mensaje está en línea con las expectativas del mercado que apuntan que a mediados de 2018 se iniciará un proceso gradual de normalización monetaria.
“Probablemente el Banco Central dará la señal de que ese tono neutral es parte de su escenario base, es decir, una manteción de la tasa en 2,5% por algunos trimestre”, detalla Jaque y explica que tampoco es esperable que se pronuncie mucho más allá, ya que la evolución dependerá muchísimo de cómo se vaya dando la reactivación en función de las mejores condiciones globales.
“Habrá un período prolongado de mantención en la tasa en 2,5% siempre y cuando el escenario macro evolucione en línea con lo que se espera”, plantea González quien también prevé una ratificación del sesgo neutral.
Escenario internacional
Las opiniones de los economistas son dispares en relación a los cambios que tendrá el IPoM en cuanto al escenario internacional. Por ejemplo, Morandé cree que los supuestos se mantienen e incluso hoy existe un ánimo más positivo respecto a las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la incertidumbre en torno a sus acciones han disminuido.
Lehmann tiene una opinión distinta, ya que para él persisten las dudas en torno a las políticas de Trump y un debilitamiento de su gobierno podría hacer más difícil avanzar su programa de recorte de impuestos, “elevando la volatilidad y obligando a los mercado a ajustarse”.
Para González y Jaque, los riesgos en torno a China y Brasil podrían haber aumentado. El primero resalta que la economía del gigante asiático ha dado muestras claras de menor dinamismo, y que la complejidad del escenario político en Brasil podría tener un impacto sobre la recuperación que experimenta no solo Chile, sino toda la región.
“Un contagio de la situación de Brasil podría ser tratado con mayor profundidad, al igual que la situación de China, luego del recorte en la clasificación de riesgo”, indica Jaque. Por el contrario, las inquietudes relacionadas a Europa han perdido fuerza, ya que “el fantasma del populismo habría perdido fuerza”, señala Morandé.
¿Consejo más activo? El saldo a favor del primer semestre de la "era Marcel"
En un par de semanas, Mario Marcel cumplirá seis meses a la cabeza del Banco Central. Y lo hará en un año con cambios importantes para la entidad, pues a su rol como nuevo presidente se sumó la llegada de Rosanna Costa al Consejo. Y las novedades no se limitaron a las personas, ya que luego de un año de mantenerse estable, la instancia inició en enero una etapa más expansiva en la política monetaria, realizando un recorte de 25 puntos base (pb) en la tasa de interés, acción que se repitió en marzo, abril y mayo.
Los expertos coinciden en que las decisiones han estado en línea con el supuesto de trabajo del banco que en Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo incluía una inflación controlada y una actividad débil en la primera parte del año. Para Hermann González, las acciones han sido acertadas y también oportunas. "En lugar de esperar para concretar la dosis de estímulo que se estimaba necesaria (100 puntos base), se hizo en el menor tiempo posible, incluso asumiendo el costo -acotado en mi opinión- que podría tener el tomar por sorpresa a una parte del mercado que no leyó adecuadamente la necesidad y oportunidad de este mayor estímulo", dice. Sergio Lehmann comparte el hecho de que los recortes han sido coherentes con una economía muy debilitada, pero también destaca lo inesperado de que se haya procedido casi sin pausa en los movimientos aplicados en el año.
"Se esperaba que procediera de forma algo más gradual, acorde con lo que ha sido en el pasado el accionar del Banco Central", manifiesta. "Las decisiones del Consejo han ido a un ritmo adecuado para la posición cíclica de la economía, era razonable tener una posición de expansividad mayor y eso ha llevado la tasa real a niveles de casi cero", resalta Felipe Jaque.
El toque Marcel
Si bien el accionar del Banco Central va mucho más allá de su presidente al tratarse de un organismo colegiado y que cuenta con un staff técnico del más alto nivel, cabe preguntarse si se nota la influencia o el "toque" de Mario Marcel en el accionar del banco durante lo que va de 2017.
"Desde que asumió Mario Marcel como presidente, hemos visto un Banco Central mucho más activista de lo observado en el pasado", opina Lehmann, explicando que eso se ha dado porque la inflación ha cedido con fuerza en relación a los últimos tres años.
En esa línea, Felipe Morandé asegura que si hoy siguiera Rodrigo Vergara a la cabeza del ente rector, "también se estaría aplicando una política monetaria más expansiva que en 2016", aunque la reducción hubiera ocurrido con algo más de pausa.
Para González, aún es muy pronto para sacar conclusiones de lo que será la contribución de Marcel, pero destaca que últimamente se han observado algunos matices que han llevado al Central a liderar la formación de expectativas, como el énfasis en el mercado laboral, dejar de depender de la recuperación de las confianzas en el escenario de crecimiento, con un mayor sinceramiento de las expectativas.
