Continúan los ajustes de las proyecciones del mercado tras el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre y las cifras macroeconómicas dadas a conocer en los últimos días. Ahora fue el turno de la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) realizada por el Banco Central, la cual reveló un nuevo recorte en las estimaciones de crecimiento para 2016, de 2,8% a 2,7%.
Y la rebaja fue mayor para el incremento esperado para el PIB en 2017, al descender 0,3 puntos base hasta 3,2%. Para este año, la estimación se mantuvo en 2,2%.
Para la inflación, en tanto, los pronósticos se ajustaron al alza, en línea con el escenario planteado en el IPoM y en respuesta al elevado IPC de agosto (0,7%). Para este año, la proyección se elevó de 4,2% a 4,7% y para 2016 subió de 3,1% a 3,5%.
Para el mediano plazo, eso sí, las expectativas siguen ancladas a la meta del ente autónomo (3%), a diferencia de lo que mostró la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) que arrojó una estimación de 3,2%.
Con todo, la dispersión de las respuestas indican que alzas en esta proyección no están alejadas del escenario probable: si en agosto cerca del 80% de los consultados veía la inflación en 3% en 23 meses, en septiembre el porcentaje bajó a cerca de 55%.
Otro cambio importante fue en los movimientos que se esperan para la tasa de política monetaria (TPM), ya que en la medición anterior no se anticipaban cambios durante este año, mientras que ahora se estima un alza de 25 puntos base hasta 3,25% a diciembre.
Finalmente, el mercado espera que el tipo de cambio se ubique en $ 690 dentro de los próximos dos meses ($677 en la encuesta previa).
Las reacciones
La persistente alza del tipo de cambio es uno de los principales factores tras el aumento de la inflación y, por ende, de los ajustes alcistas en las proyecciones. Y de acuerdo a Bci Estudios, la racha podría seguir debido al impacto de la rebaja en la clasificación crediticia de Brasil.
"Estimamos que los efectos que traerá a los mercados el downgrade de la deuda en Brasil, afectará el resultado de las próximas encuestas, en la medida que sigamos observando una senda depreciativa en el peso", señaló el economista de la entidad, Felipe Ruiz.
En Banchile destacaron el hecho de que el 38% de los encuestados proyecta que la TPM se ubicará por encima del 3% en el horizonte de política. "Creemos que lo anterior ratifica una mayor preocupación del mercado por la lenta y, consecutivamente postergada, convergencia a la meta de inflación en un contexto de persistente depreciación cambiaria", planteó la entidad.
En esa línea, esperan que en la reunión del próximo martes sólo se modificaría el sesgo del comunicado, pero no habría un incremento apresurado de la TPM, "el que podría observarse en noviembre o diciembre".
Itaú: tasa de interés llegará a 3,75% el próximo semestre
"Chile, vida con menores precios del cobre", es el nombre del último informe que realizó Banco Itaú sobre la economía local.
En él, destaca que la actividad permaneció débil durante el segundo trimestre y precios del cobre más bajos "han disminuido las expectativas de un repunte significativo".
De ese modo, si bien mantuvo su proyección de crecimiento en 2,2% para este año, procedió a recortar su estimación para 2016 a 2,7% desde el 3% considerado en su escenario previo.
El análisis de la entidad plantea que el menor crecimiento se explica mayormente por la baja en el precio del cobre, lo que está siendo mitigado por el descenso en el precio de los combustibles. En su opinión, la incertidumbre por las reformas incluidas en la agenda del gobierno pueden también explicar parte de la desaceleración, pero advierte que en su escenario menores incertidumbres internas contribuirán solo a una "modesta" recuperación.
Sube la inflación, suben las tasas
Por otra parte, la entidad espera un debilitamiento adicional para el peso chileno, hasta alcanzar niveles de $ 700 al cierre de este año y $ 715 a finales de 2016, por lo que esperan una más lenta convergencia a la meta de inflación.
De hecho, elevaron su estimación a diciembre de este año desde 4% a 4,8% y de 3% a 3,5% para 2016.
El cambio en estas variables también tuvo efecto en su visión para la política monetaria, y a pesar del crecimiento "decepcionante" de la economía local, la entidad se une al consenso de los agentes locales y estima que el Banco Central podría elevar las tasas de interés "para asegurar que las expectativas de inflación para el horizonte de política relevante se mantengan ancladas".
Sus estimaciones apuntan a que el ciclo de alza en las tasas comenzará en el primer trimestre de 2016. "Vemos tres subidas de 25 puntos base durante la primera mitad del próximo año, llevando la tasa de política monetaria a 3,75%", indicó el banco brasileño.
Finalmente, planteó que lograr la meta del balance estructural a 2018 es "desafiante", ya que con los menores precios del cobre y el débil crecimiento esperados, están reduciendo los ingresos del gobierno, lo que llevará a una reducción gradual.
"Esperamos que el gasto real crezca aproximadamente en línea con el PIB, llevando el déficit nominal a 2,7% del PIB este año (desde la proyección anterior de 3,1%) y el déficit estructural a 1,4% del PIB (1,6% anterior).
