Con disminuciones de 5,2% y 14,9% cerraron agosto las exportaciones e importaciones del país, de acuerdo a las cifras publicadas ayer por el Banco Central.
En el citado mes, los montos respectivos llegaron a
US$ 6.048 millones y
US$ 5.692 millones, lo que redundó en un saldo comercial de US$ 356 millones.
En el año, las ventas al exterior acumulan US$ 51.393 millones, es decir, 0,3% menos que en los primeros ocho meses, mientras las internaciones suman US$ 45.505 millones, lo que implica un retroceso de 9,3%.
En el caso de los envíos, el descenso se verificó tanto a nivel de la minería (-11%) como del rubro agropecuario, silvícola y pesquero (-10,4%). Las industriales, en cambio, subieron 5,3%, según las cifras oficiales.
En el terreno de las compras desde el extranjero, las disminuciones fueron generalizadas entre los distintos segmentos. Las de consumo cedieron 14,1%, las correspondientes a bienes intermedios 12,7% y las de capital 23,6%.
Todos estos últimos antecedentes son coherentes con la debilidad que ha exhibido la actividad económica local en materia de inversión primero y, más recientemente, en lo relativo al consumo de las personas.
De hecho, entre los bienes de consumo los considerados durables acentuaron sus retrocesos al caer 21,4%, en tanto que por el lado de las maquinarias resulta llamativa la caída de las compras de camiones y vehículos de carga y maquinaria para la minería y la construcción.
Dado lo anterior, cobra fuerza la expectativa prevaleciente entre economistas respecto a que agosto habría sido otro mes de débil ritmo de crecimiento.
Las estimaciones más extendidas apuntan a que el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) se habría movido apenas del orden de 1%. Esto, luego que en julio mejorara apenas 0,9%, de acuerdo a las cifras del Banco Central.

