El Banco Central anunció esta mañana que el Producto Interno Bruto se expandió 4,1% en el segundo trimestre. El emisor además corrigió al alza, desde un 4,1% a 4,5%, la estimación de crecimiento del periodo enero-marzo de este año.
Sin embargo, el emisor sostuvo que la demanda interna creció 4,5% durante el segundo trimestre, menos que el 7,2% del primer trimestre de este año, con lo que el debate por el recorte en la tasa de interés podría volver a la primera fila de la discusión.
Con este resultado, la economía chilena acumuló un crecimiento de 4,3% en lo que va del año y en términos desestacionalizados, entre abril y julio, el PIB anotó un avance de 0,5% respecto al trimestre anterior.
Según el emisor, desde la perspectiva del origen, la expansión del PIB fue liderada por los sectores comercio y minería. También destacó la incidencia de servicios empresariales, construcción, sevicios personales y financieros.
En contraste, las actividades pesca y restaurantes y hoteles se contrajeron.
En términos de dinamismo, el sector comercio fue el que registró la mayor tasa de expansión, seguido por servicios financieros y electricidad, gas y agua (EGA).
Demanda interna y comercio exterior
El incremento de la demanda interna se explica, principalmente, por el consumo de hogares en bienes y servicios
La formación bruta de capital fijo (FBCF), liderada por la inversión en maquinaria y equipos, también contribuyó a la expansión. En tanto, se registró una desacumulación de existencias que en parte compensó los efectos anteriores.
En lo que respecta al comercio exterior, las exportaciones de bienes y servicios crecieron 7,2%, y las importaciones, 8,4%, impulsadas por sus respectivos componentes de bienes y servicios.
Tras anotar un alza de 4,4% en el primer trimestre, el ingreso nacional bruto disponible real creció 4,7%, resultado que según el Central fue incidido por menores rentas netas pagadas al exterior, efecto en parte compensado por la caída de la relación de términos de intercambio y transferencias.
El ahorro bruto total, por su parte, ascendió a 23,2% del PIB en términos nominales, compuesto por una tasa de ahorro nacional de 20,9% del PIB y un ahorro externo de 2,3% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.