Uno de los termómetros para medir la salud de las finanzas públicas es el nivel de deuda bruta del Gobierno Central, que si bien se mantiene dentro de márgenes considerados razonables de parte del Consejo Fiscal Autónomo (CFA), ha mostrado una tendencia creciente en las últimas dos décadas.
Según los datos más recientes de la Dirección de Presupuestos (Dipres), a septiembre el nivel de acreencias brutas del sector público -excluyendo municipalidades y empresas estatales- ascendió a 42,7% del Producto Interno Bruto (PIB), el ratio más alto desde inicios de los 90. El 2007, la proporción era de apenas 3,9% del tamaño de la economía.
Un mayor nivel de deuda tiene como correlato un incremento en los desembolsos para pagar intereses por ese endeudamiento, un gasto relevante para el Fisco, que para este año representaría un 1,3% del Producto. Cerca de US$ 4.000 millones, o casi el tamaño del presupuesto del Ministerio de Obras Públicas o tres veces el erario de la cartera de Desarrollo Social.
De muestra, un botón: en octubre, los gastos del Estado para solventar intereses de la deuda se aceleraron y crecieron un 19,6%, superando los US$ 600 millones en el décimo mes del año. Así, en lo que transcurre del ejercicio, dicho gasto se expande un 7,2%, un mayor ritmo al 5,4% que acumulaba a septiembre.
De hecho, en el último Informe de Finanzas Públicas (IFP) del tercer trimestre, la Dipres dio cuenta de mayores presiones de gasto en intereses por más de US$ 400 millones para este año.
Coherente con lo anterior, el Fisco chileno a octubre ya sobrepasó el gasto proyectado para el año en intereses de su deuda. Así, en el décimo mes del año se ha desembolsado un 102,9% de lo proyectado para el año.
De esta manera, por sexto año consecutivo el Fisco sobregasta el pago de intereses por el mayor endeudamiento, tendencia que comenzó en el 2020, cuando el sobregasto alcanzó a un 103,8%. Luego se moderó a 100,3% un año más tarde, a 110,2% en 2022, 102,1% el 2023, y 111,6% el año pasado.
Ahora, aquello no es una tendencia aislada: en los últimos 23 años, en 13 ejercicios se gastó más de lo anticipado en este ítem.
Las explicaciones de Dipres
Las más recientes estimaciones de la Dipres apuntan a un gasto en intereses de la deuda que será creciente en los próximos años, alcanzando un máximo de 1,6% del Producto el 2030, para luego descender a un 1% del PIB en el 2036, el último año del horizonte de proyección.
Para hacerse una idea, el 2008 lo que pagaba el Fisco por intereses ascendía a apenas 0,2% del tamaño de la economía.
Consultados por Diario Financiero, desde la repartición encabezada por Javiera Martínez explicaron desde el IFP del cuarto trimestre de 2024 se ha "advertido" el mayor gasto en intereses que se produce por efectos de tipo de cambio.
"En este sentido, la mejor proyección al momento -IFP del tercer trimestre de 2025- de este tipo de gasto para el actual año es $ 382.861 millones superior a la estimación que contenía la Ley de Presupuestos 2025 (octubre 2024). El patrón de pago de intereses va en línea con el calendario de emisión que se ha publicado trimestralmente. Por otro lado, el gasto por intereses también está condicionado por los factores del mercado nacional e internacional sobre la tendencia de tasas de interés y por el desempeño de las monedas", señalaron.
Junto con recalcar que la ejecución del gasto en intereses está "en línea" con cifras de años anteriores, la Dipres agregó que la Oficina de Deuda del Ministerio de Hacienda es la encargada de ejecutar el programa específico de bonos a colocar.
"En este sentido, en el último tiempo se han incluido, en el programa de emisión, letras de corto plazo, atendiendo a la amplia demanda por dicho tipo de instrumentos y a las necesidades de mercado, lo que contribuye también a acotar el gasto por intereses. Adicionalmente, el programa de intercambio de bonos permite ir suavizando el patrón de pagos futuros de amortizaciones. Estos resultados se han ido mostrando en los diferentes Informes de Finanzas Públicas", cerraron.