Se bajó del avión que lo trajo desde Estados Unidos y casi de inmediato, se puso a trabajar en el presupuesto 2011. El presidente Sebastián Piñera se abocó de lleno al tema que en el Congreso han llamado "la madre de todas las batallas".
El almuerzo con cuatro reconocidos economistas a nivel internacional, fue sólo la antesala de un domingo que culminó tarde, con los asesores del ministerio de Hacienda encabezados por el ministro Felipe Larraín, con quienes el mandatario revisó, minuciosamente, los contenidos de su propuesta. Ayer en la misma tónica, la jornada se inició muy temprano. Salud, Educación, Empleo y Seguridad son el sello de este presupuesto que tiene una impronta: austero pero con marcado acento social.
Así lo transmitió el mandatario a la salida de Cerro Castillo, en Viña del Mar acompañado del ministro Larraín.
"Va a ser un proyecto austero, pero al mismo tiempo con prioridades muy claras: mejorar la calidad de la salud y la educación, crear trabajos, derrotar la pobreza y combatir con mayor eficacia la delincuencia y el crimen, que son las prioridades de la gente. Y cuando un Gobierno quiere gobernar pensando en la gente, tiene que conocer y poner en el primer lugar las prioridades de la gente", enfatizó.
Arremetida social
En el comité político de La Moneda, se revisó en detalle la línea comunicacional que seguirá el gobierno en esta materia. Y al interior de Palacio admiten que necesitan, en forma urgente, la ayuda de la Alianza para contrarrestar los embates que se esperan de la Concertación.
Por ello que se les trasmitió a los presidentes de RN y la UDI los contenidos del discuso: el presupuesto tiene énfasis social.
La idea es sacar al pizarrón a los concertacionistas con la pregunta: ¿quieren rechazar un presupuesto que casi en su mayoría favorece a los más pobres y cubre las necesidades más inmediatas de la población?
El jefe de Estado ya lo había afirmado en Viña de Mar, "no derrochar los recursos que nos pertenecen a todos, usarlos con eficiencia y transparencia".
"Nos preocuparemos que los pesos vayan a los destinos que sean necesarios. Vamos a eliminar el despilfarro", agregó Larraín. De hecho, apenas ingrese al congreso y ante la amenaza de una tramitación que no sea expedita, el gobierno ya tiene preparado una batería de respuestas a la arremetida opositora.
A pesar de ello, el jefe de las finanzas públicas continuará su lobby previo el ingreso del proyecto.Almuerzo con jefes de partido y parlamentarios de la alianza. Cena -hasta el cierre de esta edición- con los miembros de la Comisión de Hacienda de la oposición.
El subsecretario de Hacienda, Rodrigo Álvarez, plantea que estos encuentros responden al espítitu del gobierno de conversar con los distintos sectores.
"Le pediría a la Concertación que esperen ver el proyecto de ley antes de hacer comentarios más amplios sobre el mismo. Pasó con donaciones, también en la reforma tributaria, que las primeras llamadas de la Concertación eran muy críticas y cuando vieron los proyectos la situación fue distinta".
El subsecretario manifestó que el proyecto "va a cumplir con las expectativas de los chilenos en las necesidades más relevantes que tiene el país: reconstrucción, cumplimiento del programa de gobierno y recuperación y crecimiento del equilibrio macroeconómico". Aseguró que no sólo se mantendrá el gasto social, sino que se mejorará la calidad del mismo y que "ese es el esfuerzo del presidente en esta primera ley de Presupuesto".
Las autoridades han centrado sus argumentos con críticas al gasto público que impulsó la administración anterior. "Durante mucho tiempo llevamos tasas de crecimiento del país de sólo el 2,8% en promedio y tasas de crecimiento del gasto de sobre el 10%", concluyó Álvarez.