Standard
& Poor’s Ratings Services asignó una clasificación 'A' a la emisión de
bonos a 10 años de plazo por hasta US$ 1.000 millones propuesta por Codelco, al igual que la clasificación
crediticia corporativa de la compañía.
Asimismo, evaluó el perfil crediticio individual de la compañía (sin considerar
potencial apoyo extraordinario del dueño) en 'bbb-' estable.
La clasificación
crediticia corporativa ‘A’ de la compañía estatal refleja la opinión de S&P
que existe una muy alta probabilidad de que Chile (clasificación en moneda
extranjera A+/Estable/A-1; clasificación en moneda local: AA/Estable/A-1+)
provea apoyo extraordinario en forma suficiente y oportuna a Codelco ante un
evento de estrés financiero.
De acuerdo
con sus criterios de clasificación de entidades relacionadas con gobiernos, la
visión de S&P acerca de una muy alta probabilidad de apoyo extraordinario
se basa en el importante rol que cumple Codelco en la economía chilena, ya que
representa una porción sustancial de las exportaciones del país y de sus
ingresos fiscales.
También se
basa en el muy fuerte vínculo con el Estado chileno, basado principalmente en
el hecho de ser propiedad absoluta del Estado, lo cual, para la agencia,
continúa influenciando la calidad crediticia de la compañía ya que "consideramos
poco probable una privatización".
"El perfil
crediticio de Codelco a nivel individual incorpora su sólida posición de
mercado como la mayor compañía integrada de cobre del mundo, y el segundo
productor global de molibdeno, con grandes reservas de cobre de alto grado, una
estructura de costos competitiva a nivel global, y operaciones integradas
incluyendo refinación y fundición de cobre", señaló el analista de Standard &
Poor’s Luciano Gremone.
Sin
embargo, los factores mencionados se encuentran parcialmente contrarrestados
por la ciclicidad inherente de la industria, resultando en volátiles precios
del cobre y del molibdeno y una volátil generación de fondos, la baja
diversificación geográfica y de producto, una fuerte carga impositiva y de
requerimientos de dividendos por parte del gobierno, y una política financiera
agresiva.