Por Juan Manuel Villagrán S.
Este viernes se firmaría el acuerdo definitivo entre Alsacia y sus tenedores de bonos, a partir del avenimiento preliminar que ambas partes alcanzaron en buenos términos hace un par de días con el objetivo de que la operadora del Transantiago pueda reestructurar los pagos de su deuda.
El lunes la firma informó en un Hecho Esencial que no procedería al pago de una de las cuotas por
US$ 39,6 millones de un bono por US$ 464 millones que colocó en febrero de 2011 en Nueva York. A la fecha, añadió, han pagado sobre US$ 220 millones entre amortizaciones e intereses. El motivo de esta decisión, informó la empresa, sería asegurar la continuidad de su servicio de transporte público.
La posición de los bonistas
Los tenedores de bonos ostentan alrededor del 90% de la deuda total de la firma de origen colombiano. La mayor parte de ellos son fondos de inversión europeos y norteamericanos, liderados por Black Rock.
Conocedores del proceso explicaron que para lograr este marco de acuerdo trabajaron por casi dos meses.
En el estudio estadounidense Akin Gump, que representa a un poco más del 60% de los bonistas de Alsacia, indican que este acercamiento es un paso fundamental en las relaciones entre las partes.
Ahora falta lo fundamental, explicaron, que es respaldar y acreditar todos los documentos necesarios para estampar la firma definitiva de la reestructuración de la deuda.
“En una de esas habrá que hacer ciertos ajustes y modificaciones, pero los puntos centrales ya están acordados”, dijeron en la oficina legal norteamericana.
Consultados sobre la forma en que resolverían en caso de que Alsacia repitiera esta conducta aclararon que “se está reestructurando los pagos obligatorios de una manera tal que Alsacia no debería caer nuevamente en esta situación, porque los pagos obligatorios se están reduciendo bastante, y habrá un mecanismo donde hay pagos obligatorios y después pagos de dinero que sobren, con la finalidad de quitarle la presión a la compañía y que puedan cumplir”.
Añadieron que conocen las dificultades que la operadora del Transantiago ha enfrentado con sus flujos y están al tanto de sus acciones para evitar un nuevo traspié.
“Reconocemos que hay dificultades, asimismo como sabemos que hay ciertas cosas estructurales del sistema de transporte en Santiago que le impiden mejorar su cumplimiento de obligaciones y como bonistas queremos darle flexibilidad”, comentaron en Akin Gump, firma que en Chile es apoyada por Carey y Cía.
PROPUESTA DE LA OPERADORA AL GOBIERNO
Alsacia ha acusado una serie de factores estructurales del sistema de transporte de Santiago que han gatillado una creciente merma financiera en la empresa. Para revertir esto proponen:
Apoyo para la renovación de la flota antigua de buses articulados por el negativo impacto que ello tiene en los indicadores de regularidad y frecuencia.
Ayuda para aumentar la dotación conductores de buses en el sistema.
Revisión de la jornada laboral de los conductores y de sus niveles de sindicalización.
Vinculación de la autoridad en la solución de los problemas por insuficiencia de infraestructura vial dedicada al transporte público.
Evasión. Ante los altos niveles, la autoridad debe dejar de castigar a los operadores.
Revisar los indicadores de cumplimiento operacional a los que están sujetas las empresas.