Solo hace un mes comenzó a operar el cruce de frontera a través del Lago del Desierto a cargo de la empresa chilena Robinson Crusoe en conjunto con la firma argentina Receptivo Chaltén, creando una ruta turística transpatagónica.
El grupo Macaya -ex dueños de la salmonera y conservera Robinson Crusoe- y sus socios chilenos Fabio Stingo, Gustavo Langerfeldt, Helmut Stehr, entre otros, decidieron apostar por este nuevo circuito turístico, que se suma al que ya lideran desde hace casi seis años en la región de Aysén, siendo el único emprendimiento privado de envergadura en la zona, en 15 años.
Hasta ahora, la presencia de Robinson Crusoe en este sector se ha traducido en la operación del barco "Quetru", ex patrullera de la Armada con capacidad para 58 pasajeros, que realiza el cruce del lago O'Higgins y el recorrido de la ruta de los colonos a través del Lago del Desierto siguiendo rumbo a Torres del Paine. A ello se suma el Lodge Robinson Crusoe Deep Patagonia en plena Villa O'Higgins.
"Concretar la construcción del lodge, sumado a la navegación del Lago O'Higgins, la visita del glaciar, y el trekking que se realiza entre Villa O'Higgins y El Chaltén en Argentina, es un paso importante para hacer realidad el sueño de la 'Patagonia Profunda'. Pero vendrá mucho más. Recién se está abriendo la posibilidad de que chilenos y extranjeros conozcan uno de los lugares más hermosos del planeta", señala Alejandro Macaya CEO de Robinson Crusoe.
Entre los planes futuros se encuentra la ampliación del lodge y cambiar el barco. Además, el ejecutivo señala que uno de los sueños de largo plazo es poder desarrollar un proyecto turístico en la isla Robinson Crusoe.
"De hecho, queremos desarrollar otros proyectos que no sólo tienen que ser en Chile, también pueden ser afuera, pero hoy tenemos harto que concretar y madurar acá", dice.
Conectividad
Con todo, por ahora la prioridad está en consolidar la apuesta por Villa O'Higgins. Macaya señala que el flujo de gente hacia la zona aumentará pasando de las actuales 3 mil visitas al año, a 8 mil visitas en los próximos tres años.
Macaya señala que el potencial de la zona es mucho más que eso pero para que ello ocurra es necesario reforzar temas como la conectividad.
"Villa O'Higgins es prácticamente una isla en el continente que se encuentra al final de la Carretea Austral, donde su homólogo en Argentina, distante a unos 100 km al sur, recibe la cantidad de 150.000 turistas al año. Acá se requiere al menos de unos 10.000 turistas al año para que pueda existir una economía que sustente un sistema turístico", explica.
Agrega que en Argentina el Estado puso los elementos necesarios para desarrollar una industria turística potente y una real soberanía sobre Campo de Hielo Patagónico Sur. "En Chile llora una mayor conectividad aérea en los meses de verano que permita a los turistas acceder en forma expedita a la zona, y para qué soñar con una conectividad con Puerto Natales que integre la Carretera Austral con Torres del Paine", puntualiza.
Pero además dice que hay trabas prácticas que también atentan contra el buen desarrollo de la industria turística en esta zona, como la falta de cajeros automáticos.
"La región lleva años tratando de dotar de cajeros automáticos a las principales localidades, ya que son un elemento fundamental para que los turistas permanezcan en la zona y consuman. No puede ser que uno deba trasladarse 200 o 500 km para encontrar uno", recalca.