Empresas
Algunas lecciones del caso La Polar
Jorge Selaive economista jefe corporación bci
Por: Equipo DF
Publicado: Martes 5 de junio de 2012 a las 05:00 hrs.
1
Para los reguladores
. Existía una cierta tierra de nadie. Por un lado las Superintendencia, y por otro el Banco Central se delegaban mutuamente responsabilidades cuando se destapa el caso. Hoy, cada institución tiene absoluta claridad respecto a los límites de sus responsabilidades.
2
Para las personas.
El Caso La Polar ha contribuido enormemente en educar respecto a los derechos que se tienen al adquirir un producto. El empoderamiento de los consumidores llegó para quedarse. Se ha sembrado la “legítima desconfianza” a nivel de los consumidores respecto a los bienes y/o servicios prestados que exige mayor transparencia por parte de los proveedores.
Las personas han entendido que mayor competencia no sólo se logra con más empresas, sino que también con mayor exigencia de transparencia.
El desafío ha sido para las empresas, que han debido redoblar sus esfuerzos por ser más transparentes, entregar toda la información necesaria, seguir paso a paso al cliente posterior a entregado el producto, e incluso educar financieramente a sus consumidores respecto al bien o servicio prestado.
3
Para los departamentos de estudios (buy y sell side research).
Han existido múltiples críticas hacia la falta de un examen exhaustivo del negocio de las empresas valoradas.
La defensa de las casas de estudios ha sido levantar su dificultad para obtener y/o requerir información que supere la entregada por la empresa a la SVS. A pesar de mejoras gracias al caso La Polar, el sistema sigue siendo débil por dos factores relacionadas:
(A)
El análisis accionario (sell side) es realizado casi enteramente por profesionales capaces pero novatos, que absorben sin gran cuestionamiento las explicaciones y resultados de las empresas analizadas. Con excepciones, y aunque sea paradójico, están aprendiendo a analizar una empresa mientras la valoran. Se necesita profesionalización e estímulos de permanencia para los analistas accionarios.
Al igual que en mercados financieros desarrollados, se requieren incentivos para que la carrera profesional de analista accionario sea tan bien remunerada como la de otras áreas. La edad promedio de los analistas no supera los 30 años, y la rotación esta en torno a 2 años. Recién empiezan a entender el negocio de las empresas que valoran y recomiendan, cuando migran por mejores ingresos. Más aun, ser analista de estudios se ha transformado en un escalón para lograr otras posiciones según las mismas unidades de RR.HH. de las empresas, en vez de transformarse en una posición de relevante impacto-influencia por sí misma.
(B)
Los agentes institucionales tienen aún amplio espacio invertir en análisis propio (buy side). Todavía se apalancan demasiado en las casas de estudios (sell side) alimentando un círculo poco virtuoso. Con analistas de excelencia, sus departamentos de estudios necesitan más gente y más señiority, con incentivos que hagan igualmente gratificante seguir el camino del análisis como el de las inversiones.
El análisis de calidad es un servicio que debe tener un “precio”, y consecuentemente un “costo” por sobre el que actualmente tiene. Existe un free riding excesivo que debe mitigarse, dado que las condicionales actuales están llevando a que sean pocos los recursos destinados al research accionario.