A mediados de febrero, Inmobiliaria Arenas Blancas S.A., ligada a la familia Piñera Morel, ingresó al Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) un proyecto habitacional en la provincia de Ranco, Región de Los Ríos.
Denominado “Nuevo Desarrollo Inmobiliario Bahía Coique”, el plan -cuya inversión bordea los US$ 40 millones- contempla la construcción de 208 unidades habitacionales destinadas principalmente a segunda vivienda, distribuidas entre departamentos y casas tipo Village.
El proyecto se desarrollará en tres fases constructivas. La primera comenzará en 2026 e incluirá 44 departamentos y 10 casas en un terreno de 4,25 hectáreas. La segunda está prevista para 2028, con una estructura similar a la inicial, mientras que la última fase debería arrancar en 2031, con 102 departamentos en cuatro hectáreas adicionales, con el objetivo de que todo el complejo esté operativo hacia fines de 2033.
Pero antes de levantar la primera piedra, la compañía debe cumplir con una serie de condiciones exigidas por la normativa ambiental. Y hoy, precisamente, se encuentra en esa etapa.
El pasado 25 de octubre, la empresa presentó su primera adenda ante el SEA, documento que responde a las observaciones del Informe Consolidado de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones (ICSARA), elaborado por distintos organismos del Estado, así como a los comentarios emanados del proceso de participación ciudadana, en el que se involucraron más de 80 personas.
Tras meses de trabajo técnico, reuniones con especialistas y la búsqueda de soluciones para abordar las más de 200 observaciones planteadas, la inmobiliaria introdujo una serie de mejoras al diseño original.
Las modificaciones
Según se desprende de la adenda, las mejoras se enfocan en el área de influencia del proyecto, precisan detalles sobre las etapas de construcción y operación, y refuerzan aspectos vinculados al impacto ambiental y a los servicios básicos -como agua, electricidad y saneamiento-, entre otras.
Uno de los puntos abordados en el documento fue la eliminación de una segunda etapa que originalmente figuraba en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), pero que todavía no tenía detalles específicos.
“Se informa que el proyecto se acota únicamente a una etapa con tres fases constructivas, e incluye la modernización de un sistema particular de recolección, tratamiento y disposición de aguas servidas existente, además de una ampliación del estanque de agua potable”, se estipula en el texto.
La compañía también incorporó el refuerzo del sistema de agua potable mediante un nuevo estanque de reserva que aumentará en 25% la capacidad actual, y el fortalecimiento del suministro eléctrico, incrementando la potencia en 1.318 KW.
El plan considera, además, la consolidación de un paseo peatonal de 800 metros con mobiliario, luminarias y accesibilidad universal; y mejoras en la circulación vial del sector, con una nueva caletera, dos retornos en Bahía Coique, veredas, cruces peatonales, paraderos de transporte público y señaléticas.
Otra de las novedades es la incorporación de una planta de tratamiento de aguas servidas con tecnología basada en humedales depuradores, que permitirá reutilizar el agua tratada, reducir el impacto ambiental y optimizar el uso de recursos hídricos. Su capacidad atenderá tanto a la población actual como a la proyectada.
“Este proceso nos ha demostrado que el diálogo respetuoso y el trabajo conjunto abren oportunidades reales para impulsar un desarrollo que beneficie a toda la comuna y, de paso, a la región, promoviendo un crecimiento armónico y sostenible, e impulsando la participación de nuevas comunidades y emprendedores locales en diversas instancias, como la Feria Sabores y Sensaciones del Ranco, por ejemplo”, comentó el gerente del proyecto, Felipe Vidaurre.
La familia Piñera en el lago Ranco
La relación de la familia Piñera Morel con el lago Ranco no es nueva. En 2005, el fallecido exPresidente Sebastián Piñera adquirió el condominio Bahía Coique al empresario Manuel Cruzat, quien había iniciado el desarrollo turístico de la zona en 1994, a través de CB Inmobiliaria.
Con el paso del tiempo, Bahía Coique se consolidó como un enclave residencial y turístico, con más de 50 hectáreas, un club de golf y otro de yates, además de departamentos, cabañas y sitios de camping a orillas del lago.
El condominio también cuenta con infraestructura deportiva que incluye canchas de tenis, pádel, fútbol, baloncesto y golf.
En ese entorno, el exmandatario levantó su casa de descanso, ubicada a pocos pasos del terreno donde se desarrollará el nuevo proyecto. La residencia fue, durante años, uno de los lugares favoritos del exmandatario para pasar el verano y también un espacio donde se tomaron decisiones políticas clave.
En 2014, hacia el final de su primera administración, organizó un encuentro para discutir la creación de la Fundación Avanza Chile. Del mismo modo, en febrero de 2018, a solo un mes de asumir su segundo Gobierno, Sebastián Piñera utilizó su residencia para sostener reuniones con futuros miembros de su gabinete, definiendo así los primeros lineamientos de su mandato.