A los duros cuestionamientos expresados tanto por parlamentarios como por profesionales de la salud ante el apoyo del Gobierno al proyecto de ley que permitirá la venta de medicamentos que no necesitan receta en supermercados y comercio detallista, se suma la crítica de los eventuales afectados: las propias grandes cadenas de farmacias.
El gerente general de Cruz Verde, Miguel Celedón, si bien reconoció que no conoce a fondo el contenido de la iniciativa legal, acusó que de aprobarse en el Congreso se produciría una "asimetría regulatoria" entre las farmacias y los nuevos puntos de ventas de remedios.
En este sentido, Celedón advirtió a Orbe que el farmacéutico no es un "mercado cualquiera" y que fuera de la competencia existente, "todos, sin excepción, debemos velar por una distribución correcta de los medicamentos".
Es por esto que ante la idea de salud pública presentada ayer martes por el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, sostuvo que "se adquiere un enorme riesgo sanitario debido a las posibles intoxicaciones".
Igualmente, descartó los probables beneficios que esgrimió el Gobierno para respaldar el proyecto, como la facilidad en la adquisición de los medicamentos en comunas que no existen farmacias, agregando cerca de mil nuevos puntos de venta, beneficiando a cerca de 50 comunas.
"Esa apreciación no cuadra con la realidad. Esas comunas tienen menos de cinco mil habitantes, por lo que tampoco cuentan con cobertura de supermercados", concluyó.