El robo de cables sigue preocupando al sector eléctrico. Empresas Eléctricas, gremio que reúne a las principales empresas de distribución eléctrica del país, informó que este delito se consolidó en 2024 como una de las principales amenazas para la continuidad del suministro eléctrico para los hogares chilenos.
Según detalló el gremio, durante el año pasado se registraron casi 1.200 casos de robo de conductores eléctricos a nivel nacional, los que provocaron interrupciones de suministro a más de 541 mil clientes en todo el país.
Durante 2024, el gremio puntualizó que se sustrajeron cerca de 590 kilómetros de líneas eléctricas, equivalente a la distancia entre la Región Metropolitana y la Región de La Araucanía, lo que mantiene los altos indicadores observados en 2023.
Asimismo, añadieron, en los últimos cuatro años han ocurrido más de 5.800 casos de robos de cable, los que han significado la sustracción de casi 1.900 kilómetros de conductores eléctricos.
En el escrito, el director ejecutivo de Empresas Eléctricas, Juan Meriches, señaló: “Estamos frente a un fenómeno criminal de alto impacto que afecta hogares, postas rurales, escuelas, sistemas de agua potable y otros servicios críticos, vulnerando el acceso de las personas a un servicio esencial, y que además pone en riesgo la vida de trabajadores, vecinos y de quienes cometen estos delitos”
Más de 500 querellas y denuncias
Durante el año pasado, las empresas distribuidoras agrupadas en el gremio interpusieron 546 querellas y denuncias. Sin embargo, Empresas Eléctricas insiste en la necesidad urgente de avanzar en políticas públicas y medidas legislativas que mejoren la persecución de este delito y enfrenten este problema desde su origen: el comercio informal e ilegal de cobre robado.
“El Congreso discute hoy proyectos clave para enfrentar este delito. Hacemos un llamado urgente a que estas iniciativas avancen con celeridad. Es fundamental contar con herramientas más eficaces para sancionar y prevenir este tipo de delitos, que amenazan la seguridad de las personas y la operación de una infraestructura crítica para el país”, agregó Meriches.
Desde el gremio hicieron un llamado a la ciudadanía a colaborar con la denuncia de estas malas prácticas y a las autoridades a reforzar las medidas de control, fiscalización y sanción. “Proteger la continuidad y seguridad del suministro eléctrico para los hogares es una tarea compartida. Requiere de coordinación pública-privada, compromiso sostenido y decisiones firmes que desincentiven este tipo de delitos que atentan contra el bienestar colectivo”, recalcó.