Construcción

Metro sufre revés tras rechazo a plan para mitigar daños a edificios patrimoniales

Estatal arriesga multa por US$ 22 millones por deformaciones mayores a las estimadas en algunas construcciones como la Catedral de Santiago, el Hotel Bristol y el Club de la Unión.

Por: Lourdes Gómez B. | Publicado: Lunes 14 de mayo de 2018 a las 04:00 hrs.
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Pese a los esfuerzos que realizó Metro para evitar una nueva sanción por parte de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), la estatal sufrió un revés importante.

A raíz de la construcción de la Línea 3 del tren capitalino, que une Quilicura con La Reina, el ente fiscalizador abrió un proceso sancionatorio, entre otras cosas, por afectar durante la construcción de los túneles algunos edificios históricos colindantes al trazado.

 Imagen foto_00000003Concretamente, se le imputaba no haber efectuado correcciones al proceso constructivo, dado que varios edificios patrimoniales cercanos a la Línea 3 había sufrido deformaciones o asentamientos mayores a los proyectados.

Dependiendo de la situación, se había estimado que la variación no podía ser mayor a 5 milímetros, pero en varios de los casos analizados por la SMA esto se superó.

Se trata de edificios como el Club de La Unión, la Casa Central de la Universidad de Chile, el edificio de Banco Estado, el hotel Bristol, la Catedral de Santiago, el edificio Catedral 1115 y el edificio Parlamento donde actualmente se encuentra la Polla de Beneficencia.

Ante esto, la compañía había presentado un plan de cumplimiento con una serie de medidas para mitigar los efectos -principalmente de ruidos molestos- que dejaron la construcción de los túneles, cuyo costo de implementación ascendía a los US$ 3,7 millones.

El programa buscaba revertir los cuatro cargos graves y cuatro leves que le formuló el órgano fiscalizador, pero no fue suficiente para la autoridad que rechazó la propuesta, volviendo a los inicios del proceso sancionatorio.

Una de las razones para el rechazo es que la empresa debe ser capaz de presentar un plan que cumpla con tres aspectos exigibles para todos y cada uno de los cargos, que son integridad, eficacia y verificabilidad del cumplimiento.

Uno de los puntos del rechazo tiene relación con los efectos en los edificios patrimoniales. La construcción de la Línea 3 de Metro produjo hundimientos en varios edificios iconos aledaños a las calles de San Diego y Bandera.

Parte de los incumplimientos que la empresa no pudo resarcir está la emisión de informes que den cuenta del diagnóstico para el nivel de daños y sus respectivas reparaciones.

“Cabe decir que el programa de cumplimiento, en relación a esta infracción, no estaría cumpliendo con el requisito de integridad al no hacerse cargo de la infracción objeto de la formulación de cargos”, precisa el documento de la SMA y agrega “que habiendo revisado los antecedentes en la versión refundida del programa de cumplimiento remitido por la empresa, puede advertirse que esta no ha subsanado determinados aspectos que específicamente fueron observados y que ha eliminado determinadas acciones que, precisamente, estaban orientadas a hacerse cargo de las infracciones y que habían sido observadas”, asegura.

Ahora va por los descargos

Tras el definitivo rechazo de este programa, Metro arremetió con su defensa, para intentar limitar la sanción que pueda recibir.

“En el mes de febrero, Metro presentó sus descargos con miras a demostrar ante la autoridad las medidas tomadas para cumplir con la normativa. Estamos a la espera de la resolución de la SMA”, señaló la empresa al ser consultada

Con esta medida la estatal buscar rebatir las acusaciones de la autoridad y lograr reducir las multas que arriesga que en total ascienden a 24 mil UTA (unos US$ 22 millones) en su grado máximo. La empresa solicitó en el documento dejar sin validez los cargos y, en su defecto, recalificar los cargos aplicar una sanción mínima.


Nueva arista: ruidos molestos

Los ojos de la Superintendencia del Medio Ambiente ahora están puestos sobre recientemente inaugurada la Línea 6. Esto, a raíz de quejas por los ruidos y las vibraciones de los vecinos de cuatro de las seis comunas por donde se desplazan los 15 kilómetros de vías.
La SMA ya requirió a la compañía de información sobre los efectos nocivos para los barrios aledañas al trayecto. Las molestias se iniciaron en Ñuñoa y Providencia (Av. Pedro de Valdivia) para extenderse a Pedro Aguirre Cerda y Cerrillos, donde culmina.
"Respecto de las denuncias presentadas por vecinos aledaños a la Línea 6 del Metro, la SMA envió un requerimiento de información a la empresa solicitando la información de seguimiento ambiental. En este momento, el organismo se encuentra analizando la información enviada por la empresa estatal", aclaró la superintendencia.
Esta no es la primera vez que la autoridad cuestiona ruidos molestos en las líneas del tren subterráneo. Ya en 2014 la estatal fue multada por las mismas razones, pero en la Línea 4. Así tuvo que pagar una multa de 124 UTA y propuso actividades para mejorar la lubricación de ruedas y vías y redujo la velocidad al ingreso y salida de los trenes en a las cocheras.

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