Era el fondo de inversión estrella, lleno de éxitos y que ditacaba cátedra en el mundo de las inversiones. En cuatro fondos, ha logrado recaudar recursos por más de US$ 2.800 millones y participado en un gran número de empresas en Chile, así como en otros países de la región.
Sin embargo, los problemas de Campanario Generación, central eléctrica que está declarada en quiebra, y los cuestionamientos surgidos tras el caso La Polar -empresa donde participaron-, han puesto la atención sobre ellos, pero bajo otra mirada.
Éstos últimos días, además, han vuelto a la luz a raíz de que Supermercados del Sur -en el cual participaban a través del Fondo III-, se fusionara con el brazo supermercadista del grupo Saieh, SMU.
Las dudas en el mercado están relacionadas respecto de hacia dónde apuntarán sus próximos destinos de inversión, después de que en 2010 creara el Fondo IV por casi US$ 1.700 millones y que aún debe colocar parte importante de sus recursos.
Aunque en Southern Cross hay seguridad de que no hay ningún problema con la banca -ya que no habrían tenido complicaciones en Supermercados del Sur y en el caso de Campanario existen activos que actúan como garantía-, desde el sector bancario local están atentos a sus movimientos. Desde la industria explican que ante estas situaciones, no hay claridad sobre si apoyarán otros emprendimientos del grupo.
De todos modos, Southern Cross mantiene una cartera que incluye, además de Chile, a países como Argentina, Brasil, Perú, Uruguay, Paraguay, Bolivia y México.
Respecto a las políticas de información a sus aportantes, se sabe que no las han modificado.
Administrada por sus socios
Creado en 1998, Southern Cross es un fondo ligado a Norberto Morita y Raúl Sotomayor, entre otros. Los socios son quienes administran las inversiones que han realizado en más de 13 años desde que funcionan. De hecho, todos los proyectos que emprenden son trabajados en forma conjunta.
Así, sus primeros recursos han sido invertidos en empresas como La Polar, Chilesat, Compañía General de Combustibles y Essbio, entre otras (ver tabla).
“Con el fin de crear valor y la visión en el funcionamiento de la ejecución de su cartera de empresas, Southern Cross sólo invierte en empresas en las que se tiene un control indiscutible de la gestión”, consigna en su página web.
La mayor parte de los fondos recaudados han sido principalmente de aportes internacionales. ¿Sus resultados? Todos han obtenido utilidades para sus aportantes. Hasta ahora.
Fuentes de la industria estiman que la quiebra de Campanario Generación le podría significar a Southern una pérdida de US$ 100 millones aproximadamente, pero este monto sería pequeño frente a las ganancias que ha obtenido en el pasado.
Ha trascendido que estarían trabajando en un convenio judicial preventivo que les permita pagar a sus acreedores.
Su estrategia de inversión se ha basado -dicen- en la calidad de los activos, los que seleccionan para lograr ventajas competitivas. No invierte en sectores específicos, sino que busca oportunidades. Retail y energía parecen ser los predilectos.
Última apuesta
Del primer fondo que impulsó la sociedad de Morita y Sotomayor, todas las empresas fueron vendidas. La única que les resta es la Compañía General de Combustibles. En conjunto, este fondo invirtió más de US$ 200 millones.
El segundo emprendimiento, que invirtió nuevamente más de US$ 200 millones, también se desprendió de la mayor parte de sus activos. De este grupo quedan, además de la Compañía General de Combustibles, Campanario y Tierra Amarilla.
Los siguientes dos fondos, surgidos en 2006 y 2010, siguen activos. Aquí está GasAtacama y Supermercados del Sur, recientemente fusionado con SMU.
El que más llama la atención es el último fondo levantado, cuya aportes provienen en 80% del exterior. Actualmente mantiene inversiones en Brinox, fabricante de utensilios para cocina en Brasil y están mirando nuevas posibilidades. El foco es Latinoamérica. No hay otros proyectos específicos, ya que el horizonte de inverisón es de largo plazo.