Un trabajo de relojería que requirió cinco años se ejecutó en las Cascadas de SQM previo a su simplificación, que se votará el próximo 19 de diciembre en sendas juntas extraordinarias de accionistas.
En esta tarea, comandada por Rafael Guilisasti y que concretó Catalina Silva como gerenta general de Norte Grande, Pampa Calichera, Oro Blanco, Potasios, Nitratos y Global Mining fueron claves dos pasos: asegurar la posición accionaria del Grupo Pampa (Julio Ponce Lerou y sus hijos) y reducir la deuda de las sociedades aguas arriba de la minera no metálica.
De esta forma se mantiene el objetivo que tuvo el histórico presidente de SQM y las Cascadas: controlar la compañía sin tener la mayoría de la propiedad. De hecho, como recuerdan exdirectores de las firmas, este esquema de control se ideó en 1988 para que se pudieran ejercer tanto los derechos económicos como políticos que aseguraran que los destinos de SQM siguieran lo trazado por Julio Ponce.
El mismo expresidente de SQM lo resaltó el pasado 6 de junio, cuando se dio a conocer la simplificación. “Dicha decisión se enmarca en un proceso de consolidación y proyección de uno de los grupos industriales más importantes del país, el cual fundé y desarrollé junto a mi familia, y a un invaluable grupo de ejecutivos y colaboradores; beneficiando no sólo a los que hemos sido parte de esta tarea, sino también contribuyendo al bienestar de miles de personas, familias, comunidades y al desarrollo de nuestro país”, indicó Julio Ponce.

Así, todas las mesas directivas de las sociedades Oro Blanco, Nitratos de Chile, Potasios de Chile, Pampa Calichera, Norte Grande y Global Mining, aprobaron en esa fecha y de forma unánime un esquema para fusionarse, para que queden solo dos firmas “aguas arriba” de la minera no metálica. Con ello, las corrientes de las Cascadas desembocarán exclusivamente en Oro Blanco y Potasios.
Luego de la simplificación, Oro poseerá el 19,39% de SQM y Potasios tendrá el 6,36%, con lo que la familia Ponce sumará el 25,75% de la minera no metálica cuya capitalización de mercado asciende a US$ 17 mil millones.
Para lograr este objetivo, en todas las Cascadas las firmas ligadas al grupo Pampa elevaron en distinta proporción su participación accionaria, siendo los cambios más relevantes en Oro Blanco y Norte Grande. Al mismo tiempo, las firmas redujeron la deuda: en 2021 de forma consolidada tenían pasivos por sobre US$ 1.000 millones y hoy el endeudamiento llega a los US$ 365 millones, es decir, 65% menos.
Además, antes del 31 de enero, en un remate en Bolsa, se venderá un paquete accionario que es un “cabo suelto” en la consolidación societaria: la participación de 10,09% que tiene Potasios en Pampa Calichera y que en el grupo calculan que vale US$ 215 millones.
Será, anticipan, uno de los mayores remates de la plaza en el último tiempo.
Cómo aumentó la participación
Según distintos conocedores del proceso, para aquilatar bien la envergadura del alza hay que remontarse a cómo era la presencia del grupo Pampa dos años antes de iniciado el proceso de consolidación, que se definió en 2021.
En 2019, el principal accionista de Oro Blanco, la sociedad de inversiones Norte Grande, tenía el 76,83% de la sociedad y a septiembre de 2025 esta participación subió a 81,23%.
En Norte Grande, en tanto, el mayor socio es Inversiones SQYA, que en 2019 poseía el 67,59% de esta firma y a septiembre pasado enteró 80,83% de la propiedad.
Por su parte, en Pampa Calichera la sociedad controladora es Oro Blanco, que en 2019 tenía el 88,64% de las acciones y subió marginalmente su participación, completando un 88,84% en Pampa.
En la otra línea de control, Norte Grande tenía en 2019 el 76,34% de las acciones de Nitratos de Chile y este año subió al 83,98%.
El principal activo de Nitratos es su participación en la sociedad Potasios de Chile, donde hace seis años era dueña del 98,89% de las acciones y cuya participación creció en los últimos años a 99,05%.
Pese a que Pampa ahora es más fuerte, igualmente son clave los accionistas minoritarios. Por ello, Rafael Guilisasti junto a la vicepresidenta de las cascadas, Francisca Ponce, y la gerenta general, Catalina Silva, realizaron un intenso roadshow para socializar la operación con bancos de inversión, corredoras e inversionistas institucionales.
La historia detrás
El proceso de consolidación de las cascadas partió formalmente el 21 de junio de 2021, cuando mediante hechos esenciales las distintas compañías de la cadena de control anunciaron que estudiarían “una optimización en la estructura del grupo empresarial”.
Pero, según conocedores, el asunto partió varios años antes. Un gatillante fue el llamado Caso Cascadas en 2013, cuando el entonces regulador financiero -la Superintendencia de Valores y Seguros- cuestionó este sistema de control.
De hecho, con la llegada de Rafael Guilisasti como presidente de las cascadas en septiembre de 2015 en el mercado se habló de reformar el modelo societario. Eso sólo se viabilizó cuando Catalina Silva llegó a la gerencia general de las sociedades en reemplazo de Ricardo Moreno, con la misión principal de llevar a cabo esta modificación.