La Comisión Europea está investigando a Facebook por proporcionar información engañosa durante la compra de WhatsApp en 2014. La tecnológica arriesga una multa de 1% de su facturación, sin embargo, el acuerdo de fusión quedará intacto.
La medida se relaciona con el cambio en la política de privacidad anunciado en agosto, cuando la empresa señaló que sus plataformas de publicidad en Facebook e Instagram podrán usar datos de WhatsApp. Mientras tanto, en su notificación de adquisición en 2014, la tecnológica aseguró que no podría de forma confiable hacer compatibles las dos bases de usuarios.
“La Comisión adopta el punto de vista preliminar de que la posibilidad técnica de hacer compatibles automáticamente la identificación de usuarios ya era posible en 2014”, señaló ayer la institución, agregando que la empresa “intencional o negligentemente envió la información incorrecta o engañosa, incumpliendo sus obligaciones bajo la ley de fusiones de la UE”. Sin embargo, el regulador antimonopolio señaló que eso no tendrá impacto en la aprobación de la fusión de US$ 22.000 millones.
La empresa respondió ayer que está “segura de que la revisión completa de los hechos confirmará que Facebook actuó de buena fe”. “Estamos proveyendo constantemente la información correcta sobre nuestras capacidades y planes técnicos”, especificó. Facebook tendrá que responder formalmente antes del 31 de enero. De ser confirmados los hechos, la tecnológica arriesga una multa de hasta 1% de sus ingresos, que el año pasado fueron de US$ 17.928 millones.
Ayer Markus Ferber, parlamentario alemán de la UE, señaló que el regulador europeo se equivocó al “ignorar el rol importante que juegan los datos para las empresas en la economía digital”, revisando solo cómo el control de la información por parte de Facebook puede fortalecer su posición en publicidad online, sin preocuparse por la privacidad de los datos. “Si Facebook proporcionó información engañosa...eso ensombrece la disposición de la empresa de respetar la privacidad de los consumidores”, dijo, a su vez, Agustin Reyna del grupo europeo de protección de consumidores BEUC.
