“El incremento de la inteligencia artificial probablemente extenderá la destrucción actual del empleo en las clases medias, con la permanencia sólo de aquellos que sean considerados los más atentos, creativos o que cumplan roles de supervisores”, dijo a principios de diciembre Stephen Hawking en una columna en el diario británico The Guardian.
A su juicio, la tecnología y la globalización están afectando a miles de personas. Para el reconocido científico –y para muchos otros observadores–, los robots se convierten cada vez más en mejores vendedores que los humanos.
La prueba más concreta es que, a medida que pasa el tiempo, la carrera por la tecnología se hace más crítica y las grandes firmas se sumen en una batalla por liderar el desarrollo de la industria.
Según Bloomberg, las técnicas relacionadas a la inteligencia artificial (AI, su sigla en inglés) “explotarán” en 2017. Las mejoras en recopilación y almacenamiento de big data, el poder computacional y los algoritmos se combinarán con mayores inversiones de las tecnológicas para crear máquinas que sean más capaces de pensar como humanos.
Los sistemas de AI están siendo utilizados en innumerables sectores que van desde autos sin conductor y drones hasta transacciones en el mercado financiero y diagnósticos médicos.
Batalla de gigantes
Muchas de las firmas más grandes de tecnología –como Amazon, Apple, Microsoft y Facebook– están invirtiendo fuertemente y desde hace años en asistentes digitales que utilizan técnicas de inteligencia artificial para comunicarse con seres humanos de una forma más natural.
A principios de 2016, se proyectaba que Alphabet –matriz de Google–, Intel y otras corporaciones destinarían durante el año más de US$ 4.000 millones en inversiones de capital de riesgo en aquellas startups que desarrollaran inteligencia artificial. La cifra equivale a un 750% de aumento desde 2012, según la firma de investigación de inversiones CBInsights.
De acuerdo a informes recientes de dicha empresa, el financiamiento global en AI sería de US$ 6.000 millones en el año alcanzados a través de 1.098 acuerdos de fusiones y adquisiciones entre organizaciones.
International Data, en tanto, estima que el ingreso global a partir de este tipo de innovación aumentará desde US$ 8.000 millones en 2016 a más de US$ 47.000 millones en 2020.
La revolución de los dispositivos móviles ha dado a las grandes empresas un impulso. Amazon introdujo en 2014 a Alexa que ya maneja órdenes verbales y solicitudes de millones de usuarios con su dispositivo “Echo”; Apple lo hizo con Siri en 2011 que al día interactúa con miles de millones de personas a través del iPhone. Microsoft maneja su asistente digital Cortana y Facebook Messenger está elaborando un nido digital para sus ayudantes de AI.
Google entra en la pelea
Google también se adentra en la carrera. Dos meses después de desplegar su propio asistente digital, la compañía abrió la semana pasada las puertas a desarrolladores externos para hacer frente a sus mayores rivales, particularmente Amazon.
La unidad de Alphabet lanzó un sistema para que los expertos construyan chatbots que trabajen junto a su ayudante virtual manipulado por voz. La herramienta, llamada Conversation Actions, permitirá a otras compañías y terceros interactuar con los usuarios de Google a través de los “robots” que responderán preguntas y, eventualmente, venderán y reservarán artículos en la web según las indicaciones que se le impartan. Dichos asistentes estarán disponibles con varios tipos de voces: dos masculinas y dos femeninas.
Por ejemplo, si en el futuro una persona dice: “Ok, Google, habla con Target”, un chatbot de la cadena minorista estadounidense podría aparecer y ayudar al usuario a adquirir algún artículo de interés por medio de una conversación.
Para la gigante tecnológica, su asistente es la pieza central de la estrategia para mantener la relevancia de su lucrativo negocio de búsqueda en la web en una era de dispositivos móviles. Así como ha logrado llevar a las personas al lugar correcto en el amplio mundo de internet, la compañía espera que su asistente conecte a sus usuarios a los servicios más relevantes y útiles.
Sin embargo, la propuesta no es del todo innovadora. Amazon ha impulsado una herramienta similar, llamada skills, que trabaja con Alexa y enlaza con aplicaciones y servicios externos. Inicialmente, funciona con Echo de que además compite con Google Home. Hasta el momento, el gigante del retail online ha creado más de 5.000 asociaciones con firmas que van desde Domino’s Pizza hasta Uber.
