Por N. Godoy y j.c.prado
Durante la mañana del viernes pasado, en la oficina de su asesor legal -el abogado Manuel José Vial- , la familia Calderón acordó aumentar el capital de Johnson´s en la cantidad equivalente a
US$ 100 millones, “el cual debería ser pagado por terceros inversionistas en los próximos días”. Antes del jueves se sabría los nombres de los interesados en participar de esta capitalización.
Si bien la junta extraordinaria de accionistas se realizaría en las oficinas de la casa matríz de la compañía, ubicada en Santiago Centro, a último minuto decidieron cambiar el lugar del encuentro.
Pese a esto, cercanos al proceso señalaron que existen en carrera tres grupos interesados en ingresar a la compañía. En un principio, -cuenta una fuente que conoce las negociaciones-, uno de los primeros en manifestar su interés por entrar a Johnson´s habría sido una de las ramas de la familia Santa Cruz.
Así, con el trancurso de los días, el grupo habría optado por canalizar su interés a través del staff corporativo de ABC Din, quienes continuaron las conversaciones, por lo cual la opción de fusionar ambas compañías sigue bajo análisis.
Sin embargo, la posibilidad de que estas conversaciones lleguen a buen puerto dentro de esta semana aún son inciertas. Esto porque dada la complicada situación financiera que atraviesa Johnson´s, los Santa Cruz estarían revisando con lupa los números y aristas que involucran el retail de los Calderón. Asimismo, habrían manifestado a Altis -entidad a cargo de la búsqueda del socio-, una serie de condiciones para concretar su ingreso, entre las cuales se encuentra que Marcelo Calderón se aleje de la compañía.
Problemas con el SII
Otro de los temas relevantes que han surgido durante las conversaciones es la magnitud de la deuda tributaria que mantiene la firma. Conocedores de esta arista confirman que Johnson’s tiene compromisos importantes con el Servicio de Impuestos Internos (SII) los cuales estarían entre los US$ 100 millones y
US$ 150 millones.
Agregan que esta situación se arrastra desde 2009, año en que la empresa logró evitar la quiebra. Desde esa fecha, “los negocios no generaron la rentabilidad que se esperaba, lo que hizo que la compañía tuviese una pérdida tributaria importante”, explican. Sin embargo, es este punto donde existen las mayores diferencias con el SII, ya que éste no reconoce esas pérdidas y le pide que pague el diferencial de impuestos correspondiente.
Actualmente la firma tiene varios juicios por este tema y confían en que se pueda llegar a un acuerdo con la entidad e iniciar una reestructuración tributaria.
“Si bien existen las deudas, la compañía tiene pérdidas tributarias que pueden ser utilizadas como activo en el negocio”. Esto, porque el total de las liquidaciones emitidas por el SII podrían llegar a igualarse con dichas pérdidas. De reconocerse esas mermas tributarias, las utilidades se deberían imputar, de una forma similar a lo que sucede con el descuento de gastos versus ingresos.