El primer ministro japonés, Shinzo Abe, presentaría hoy un nuevo paquete de estímulo para impulsar la actividad económica, que se ha contraído en dos de los últimos tres trimestres. El premier evaluaría, además, retrasar el alza del impuesto a las ventas para no sofocar el consumo.
El nuevo paquete de estímulo, que aún no se sabe a cuánto ascendería, sería aprobado en el verano (boreal), informó el diario Nikkei. Sus detalles, en tanto, serían dados a conocer en la cumbre del G7 que Japón acogerá el 26 y 27 de mayo.
El gobierno de Abe quiere consensuar con el resto de principales economías del mundo para que apuesten por el estímulo fiscal de manera coordinada para hacer frente a la desaceleración global.
Economistas como el premio Nobel 2008 Paul Krugman han recomendado en las últimas semanas al gobierno nipón que mantenga el estímulo para sostener el crecimiento y que lo plantee durante la cumbre de los líderes de las siete economías más desarrolladas del mundo.
El paquete estaría financiado mediante un presupuesto extraordinario que se aprobaría en el Parlamento entre julio y septiembre, aseguró la publicación.
Abe entregaría el detalle de las medidas en una conferencia de prensa el mismo día en que se convierte en ley el presupuesto para el año fiscal 2016, por 96,7 billones de yenes (US$ 1,15 billón), informó el diario.
Las nuevas medidas podrían incluir cupones de compra enviados directamente a los hogares, un aumento del pago a los profesores de educación parvularia para suplir la escasez de mano de obra en este sector y proyectos de obras públicas, como mejoras en infraestructura agrícola o puertos, detalló la publicación.
Impuesto a las ventas
A fines de 2014 Abe sorprendió a los mercados y a los votantes al posponer un alza de impuesto de a las ventas y convocar a elecciones. Menos de dos años después, podría retrasar el aumento del gravamen una vez más.
Con el consumo débil, un flojo crecimiento de los salarios y la desaceleración de las economías emergentes nublando el crecimiento de Japón, los economistas apuestan a que Abe retrase nuevamente el alza del impuesto de 8% a 10%, que está previsto para abril de 2017.
El gobierno estaría esperando las cifras de crecimiento del primer trimestre, que se difundirán el 18 de mayo, para tomar una decisión.
