Analista internacional: “La posibilidad de una alternancia de poder en Colombia es bueno para la democracia”
Jairo Libreros, profesor de la Universidad Externado de Colombia, considera que el crecimiento económico regional estará signado, en adelante, por Chile, Colombia y México.
- T+
- T-
Colombia elegirá el 17 de junio y en segunda vuelta entre dos modelos políticos, ideológicos y económicos contrapuestos que deberán ahora buscar alianzas para asegurarse el triunfo.
Aunque la presencia de dos candidatos de extremos pudiera generar inquietud en la región y en los mercados, el profesor de la Universidad Externado de Colombia, Jairo Libreros, asegura que el panorama es más bien positivo, porque deja la puerta abierta para que el país empiece a alternar figuras en el poder, considerando que en la historia reciente los colombianos se habían decantado sólo por opciones más conservadoras.
"Esa alternancia, así sea con candidatos con puntos ideológicos extremos, puede beneficiar al pueblo colombiano", aseguró en entrevista con DF el analista político.
- ¿Qué dejan las elecciones en el ámbito político?
- Dos conclusiones muy importantes. La más valiosa consiste en que el voto de maquinaria perdió un espacio muy importante. La sociedad colombiana, y una creciente clase media, demostró que está en capacidad de votar por el candidato de su preferencia política o ideológica, independientemente de las maniobras que líderes políticos tradicionales han adelantado para mantenerse con vida en los procesos electorales.
Pero, además, queda consolidada la posibilidad de una alternancia en el poder, desde el punto de vista ideológico, lo cual es bueno para la democracia. Las dos ideologías, opuestas entre sí, tienen posibilidad efectiva de llegar a la Casa de Nariño en 2018. Mientras, el candidato perdedor queda en el punto de partida para disputar una candidatura en 2022.
- ¿Qué está pasando con la sociedad colombiana que decidió salirse de lo tradicional?
- Hay dos elementos que lo explican. El primero es el fin del conflicto armado con las FARC. Como grupo guerrillero se había convertido en un titular que destruía las posibilidades reales de que un candidato de izquierda pudiera acceder al primer cargo de la nación. Ahora, como partido político dejaron de ser un actor problemático y abrieron un abanico de posibilidades que, en las elecciones del domingo, se reflejaron en la votación por Gustavo Petro.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta que en Colombia y en toda Latinoamérica, la gente joven se ha manifestado mucho más dispuesta por corrientes que reivindiquen ideales de izquierda.
- Algunos consideran que el resultado ha sido una dura derrota para Petro y para el proceso de paz. ¿Qué opina usted?
- La victoria de Petro es importante, aunque no le vaya a alcanzar para llegar a la Casa de Nariño. 3 millones de votos es mucho caudal electoral para poder remontar en tan sólo tres semanas. Pero creo que uno no puede obviar la historia. Es la primera vez, en cinco décadas, que un candidato realmente de izquierda tiene tanta afiliación política. Para las FARC, es una derrota completa; demuestra que su sintonía con la realidad colombiana y la realidad internacional es nula.
Visión internacional
Colombia ha logrado, recientemente, no sólo poner fin al conflicto armado, sino conseguir el respaldo de instituciones internacionales que creen en su estabilidad y potencial de crecimiento.
- ¿Cómo se ve Colombia ante el mundo, en medio del ingreso a la OCDE y a la OTAN?
- Creo que la gestión de Juan Manuel Santos cierra muy bien en el plano internacional. Se demuestra que Colombia empieza a destacarse por diferentes motivos: económicos, estatales, sociales y hasta militares, en el buen sentido de la palabra. Esta situación de candidatos extremos seguramente preocupa a algunos países, porque no se esperaba que un país como Colombia tuviese entre el abanico de candidatos a un exguerrillero con ideas de izquierda, que ha sido muy cuestionado y que apoyó al socialismo del siglo XXI. Aunque la tendencia favorece a Duque, no se puede tapar el sol con un dedo; la izquierda ha dado un golpe electoral muy importante.
- ¿Cree en un nuevo liderazgo regional de Colombia?
- No. Veo a Chile, con Sebastián Piñera, en una posición de liderazgo muy importante. Desde su candidatura, Piñera ha declarado su interés en llevar a una posición de mayor relevancia económica y social al país. Está muy cerca de alcanzar un ingreso per cápita similar al de países desarrollados y creo que eso no es fácil disputárselo. Pero, sin duda, el eje de crecimiento en Latinoamérica va a estar signado por Chile, Colombia y México. Ahí está el desarrollo a futuro de la región.
- ¿Qué impacto tendrán estas elecciones en los procesos en México y en Brasil, donde también hay candidatos de extremos?
- La muy previsible derrota de Petro el 17 de junio, aun cuando puede ser una victoria personal, no deja de ser desalentadora para las corrientes de izquierda tanto en México como en Brasil. Se envía un mensaje claro a los partidos políticos y consolida la tendencia de que América Latina ha dado un paso muy importante hacia la centroderecha.
- ¿Cómo queda Venezuela con el posible triunfo de Duque?
- Mucho más aislada. Para Nicolás Maduro, la llegada de Duque el 7 de agosto es, quizá, el último portazo que va a recibir.