Un juez mexicano consideró ayer procedente la extradición de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera a Estados Unidos, lo que abre el camino a que la cancillería azteca dé el visto bueno final al procedimiento, en un lapso máximo de 30 días.
Uno de los abogados del capo, Juan Pablo Badillo, dijo a Reuters que no se puede proceder de inmediato con la entrega de su defendido porque existen nueve amparos vigentes en contra de la medida. “Si ahorita intentaran hacerlo sería una barbarie, una actitud de fuerza de autoridad, violaría la constitución y los derechos humanos del señor Guzmán”, aseguró.
De concretarse la decisión, el líder del cártel de Sinaloa y considerado uno de los mayores narcotraficantes de la historia, enfrentaría un proceso en el distrito sur de California por el cargo de asociación ilícita para importar y poseer cocaína con la intención de distribuir.
El gobierno de Enrique Peña Nieto decidió a comienzos de 2016 acelerar el envío del narcotraficante luego de recapturarlo tras su segunda fuga de la cárcel, en julio de 2015.
Como medida de seguridad, el sábado fue trasladado sorpresivamente del penal de máxima seguridad donde se encontraba, en el centro del país, a una prisión en la fronteriza Ciudad Juárez.