¿US$ 30.000 millones del FMI para Argentina? No está tan fácil
Morgan Stanley alerta que si el gobierno trasandino no consigue ayuda del organismo, el deterioro de los mercados se profundizará.
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El anuncio fue dramático y revivió dolorosos fantasmas del pasado. El gobierno de Mauricio Macri trató de salir a contener el derrumbe del peso y sus presiones inflacionarias tomando acciones drásticas. Para eso anunció negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para una línea de crédito.
Esto ocurre casi una década después de que el gobierno de Néstor Kirchner rompiera relaciones con el organismo en una de las peores crisis económicas de su historia.
La jugada es osada y tenía que serlo, ya que ni siquiera un alza de tasas de 13 puntos porcentuales en una semana había logrado detener la ola vendedora que arrastraba al peso.
Pero los analistas están comenzando a reparar cada vez más sobre los riesgos de la jugada. Si las negociaciones con el FMI ahora no llegan a buen puerto, el impacto sobre la confianza será dramático. Así lo señaló también hoy Morgan Stanley, que advirtió que las condiciones de mercado se deteriorarían aún más y la prima de riesgo para los activos locales aumentaría consecuentemente.
Pero eso no es todo. Lo peor es que muchos observadores están alertando además que las probabilidades de un acuerdo con el FMI están lejos de ser seguras. Y también Morgan Stanley subraya que hay obstáculos.
Se estima que Argentina solicitará al organismo US$ 30 mil millones, y el banco estadounidense ve difícil que el país califique para una Línea de Crédito Flexible (FCL, su sigla en inglés), cuyas exigencias son más altas.
Más probable es que pueda postular a una Línea de Liquidez y Precaución (PLL), pero los montos de ayuda que la actual cuota de ese programa permiten estarían por debajo de lo que requiere el país, lo que obligaría a modificarlo. “Un acuerdo tendría una positiva reacción del mercado, pero eso dependerá de las condiciones y del tamaño de la línea”, señaló el equipo de analistas de Morgan Stanley encabezado por James Lord.
Fuentes conocedoras señalan que Argentina pagaría al FMI una tasa algo menor a la mitad del precio normal de mercado, pero más allá de los costos, las condiciones también tienen que ver con las exigencias que el organismo pueda imponer al manejo económico, un tema que es muy sensible en Argentina, donde los anteriores gobiernos acusaron al Fondo de empeorar la crisis de 2000 demandando un ajuste demasiado brusco.
Y esto ocurre precisamente en momentos en que la autoridad ya enfrenta una fuerte resistencia en las calles a las alzas de tarifas, congeladas por décadas, y la oposición en el congreso exigiendo que los salarios se indexen a los servicios básicos, poniendo más presión a la inflación, que ya está en 25% anual.
Para Stuart Culverhouse, analista de Exotix, el gobierno probablemente preferiría recurrir al programa FCL porque los demás “parecerían de manera más explícita como un rescate, lo que sería inaceptable desde el punto de vista político”.
Sin embargo, asegura que lo consiga porque los programas FCL “exigen sólidos fundamentos económicos, un buen registro histórico de implementar políticas fuertes y el compromiso para mantenerlos en el futuro. Argentina no califica en ninguno de estos criterios”.
En última instancia, señala Stuart, “esto podría ser una prueba sobre qué tan fuertemente cree el Fondo en el compromiso del gobierno de Macri con el programa de reformas, porque a fin de cuentas el Fondo siempre puede torcer un poco sus reglas si lo considera adecuado”.
En ese sentido, se espera que el gobierno siga adelante con sus planes originales de anunciar hoy su reforma al mercado de capitales, una promesa largamente pendiente.
Una delegación del gobierno argentino, encabezada por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, se reunirá hoy con la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, y el representante del Fondo para la región, Roberto Cardarelli.