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Aerolínea uruguaya Pluna intenta salir de su caída picada por problemas financieros

La cancelación de rutas, pérdidas y las deudas millonarias están complicando a la pequeña línea operadora que intenta sobrevivir en un mercado regional que está siendo cada vez más agresivo.

Por: | Publicado: Lunes 18 de junio de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por María Ignacia Alvear C.




A comienzos de junio se encendieron las alarmas de que la aerolínea uruguaya Pluna podría colapsar. A las deudas con la petrolera estatal y las denuncias de políticos de irregularidades en la gestión, se sumó una acusación del director ejecutivo de la firma, Matías Campiani, apuntando a que el proteccionismo de Argentina estaba afectando a sus rutas. Todos estos elementos, a los que además hay que considerar que pronto competirá con LATAM (nacida de la fusión de la chilena Lan y la brasileña TAM), llevaron al gobierno uruguayo (que tiene 25% de la compañía) a sacar al grupo inversionista controlador LeadGate (con 75% de las acciones de Pluna) e iniciar un período de transición para intentar salvar a la compañía.



Deuda de combustibles


Una de las primeras señales que indicaron que las cosas iban mal apareció en febrero, cuando la aerolínea se atrasó en el pago de una cuota de US$ 1 millón de un convenio suscrito en 2010 con la petrolera uruguaya Ancap por una deuda generada en el suministro de combustibles. Luego, a fines de mayo, Ancap amenazó con suspender el suministro si no pagaba un vencimiento de la última semana de ese mes. Sin embargo, Pluna alcanzó a pagar con un cheque a 30 días los 
US$ 600.000 correspondientes al consumo de ese período. Pero del pago de la deuda que venció en febrero aún no hay novedades.

Por otro lado, el senador uruguayo Carlos Moreira denunció que se habían cometido irregularidades en la administración de Pluna. Denunció que la empresa “ha sido vaciada”, y dijo que desde 2007 (año en que LeadGate concretó su ingreso) hasta fines de este mes las pérdidas serán de más de 
US$ 70 millones, según AFP.

Ante un escenario como este, el gobierno y LeadGate negociaron una reestructuración, que considera una capitalización de US$ 30 millones (de los que US$ 7,5 millones los pondría el Estado y US$ 22,5 millones el privado) que serían necesarios para atender las obligaciones de corto plazo, que comprometen la operación de la empresa. Buscando recortes de costos, una fuente consultada por el diario uruguayo El Observador señaló que podrían haber despidos. Pluna ya canceló algunas rutas como Campinhas (Brasil) y redujo frecuencias de vuelos a algunos destinos en los últimos meses. De hecho, ya anunció la cancelación de la ruta Santiago-Concepción.

Por otro lado está el proteccionismo argentino. “Estamos atravesando fuertes turbulencias”, dijo Campiani en una carta a sus empleados. El autor de la misiva indicó que no han podido acceder a más destinos a Argentina por lo que su hub “quedó desbalanceado”.



Nueva toma de control


Es por eso que ante esta situación el Estado ha decidido tomar el control de la firma de manera temporal. Como paso previo a la salida de LeadGate (y de paso, de Campiani), el gobierno y el fondo inversionista preparan un fideicomiso para administrar las finanzas de Pluna, lo que es el paso previo a la venta de sus acciones, indicó El Observador. De esta manera, el gobierno busca un nuevo socio privado que retome la conducción de la aerolínea, que incluirá una gestión compartida con mayor peso estatal, y reservará la gerencia general a un integrante de LeadGate.

El fideicomiso será creado con 75% de las acciones de manos de Sociedad Aeronáutica Oriental (SAO), donde LeadGate tiene el 66% y la aerolínea canadiense Jazz el restante 33%. Así Jazz, tendrá la prioridad para presentar una oferta de capitalización por Pluna. 
Otro aspecto que incluyó esta negociación fueron las “cláusulas de indemnidad”. Esto implica que ni el Estado ni LeadGate pueden iniciar acciones civiles por la gestión de la aerolínea entre 2007 y 2012.

Sin embargo, quedaron excluidas dos querellas civiles. Una que el Estado inició contra LeadGate por US$ 1,8 millón relacionada con la operación de Aerovip (socia de Pluna en Argentina), y otra de los privados contra el Estado por US$ 9,25 millones por la devolución de aeronaves.

Según El Observador, los privados solicitaron esta cláusula para “proteger su prestigio comercial”.

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