La recuperación de la economía
mundial debe
acelerarse el año próximo, pero la demanda de petróleo, que debería
aumentar un 2,1% en 2010, no seguirá exactamente ese patrón, dado
que el incremento del consumo se ralentizará en 2011 para quedar en 1,6%, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Esta
es la principal conclusión del informe mensual publicado hoy
por la AIE, que aporta dos elementos para explicar esa
ralentización: una caída de 2,6% en la intensidad petrolera de la
economía (disminución de la cantidad de crudo necesario para generar
un punto de PIB suplementario) y un nivel de precios que rondará los
US$ 79,40 por barril de media.
Los autores del informe
mantuvieron casi sin cambios (un alza de
unos 50.000 barriles diarios respecto a las cifras de junio) sus
previsiones de consumo para este año, con 86,5 millones de barriles
diarios y la citada subida del 2,1%, basada en la progresión del
4,1% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial estimada por el Fondo
Monetario Internacional.
En 2011, aunque el FMI augura una
aceleración económica hasta un 4,3%, la demanda de crudo sólo subirá un 1,6% hasta 87,8 millones de
barriles diarios, y toda la subida habrá que atribuirla al mundo en
desarrollo.
China, que en 2010 va a absorber la mitad de los 1,8
millones de
barriles suplementarios de consumo, el año próximo pesará un 30% de
las nuevas necesidades mundiales de crudo.
La otra cara de la
moneda es la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económico (OCDE), cuyos miembros van a elevar su
demanda en un casi inapreciable 0,1% (ligerísimamente por debajo de
lo calculado el mes pasado) este ejercicio hasta 45,5 millones de
barriles diarios.
Para 2011, sin embargo, la AIE espera un
descenso del 0,5% hasta
45,3 millones de barriles, y eso pese a las expectativas de un ritmo
de recuperación económica sólido (+2,4%).
Los autores del estudio
advirtieron de que si la expansión
económica mundial fuera un 30% inferior de lo augurado por el FMI,
la ralentización en el ascenso del consumo de petróleo sería mucho
más severa, de sólo 300.000 barriles suplementarios hasta 86,8
millones de barriles diarios.
Por lo que se refiere a la
producción, la agencia -que reúne a
los principales consumidores de la OCDE- constató un descenso en
junio de 255.000 barriles diarios hasta 86,1 millones de barriles
diarios, una cifra que es 1,8 millones de barriles superior a la del
mismo mes de 2009.
Para 2011, se espera un incremento de la
aportación de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) hasta una
media de 29,2 millones de barriles diarios (frente a 28,8 millones
en 2009).
Oferta
Al margen del cártel petrolero, y frente a los 52,4
millones de
barriles de media en 2009, la producción también debería subir a
52,8 millones de euros gracias a las aportaciones suplementarias de
Brasil, Azerbaiyán, Colombia Ghana y Omán, así como a un aumento del
peso de los biocombustibles.
Eso compensará la reducción de la
extracción de México o del Mar
del Norte, por no hablar del efecto del desastre del Golfo de
México, que supondrá un descenso de unos 30.000 barriles diarios en
2011 respecto a 2010.
Además, la AIE considera que la caída
podría ser mayor si al
término de la investigación sobre el accidente en la plataforma de
BP se impusieran restricciones a la explotación.
Las reservas
industriales de crudo en la OCDE aumentaron por
segundo mes consecutivo en mayo, en concreto en 35 millones de
barriles hasta un total de 2.757 millones de barriles, equivalentes
a 61 días de consumo. Además, los datos preliminares apuntan a un
alza suplementario de
3,5 millones de barriles en junio.