El Departamento del Tesoro de EE.UU.
apoyó hoy la decisión de General Motors (GM) de eliminar 1.100
concesionarios en los próximos meses y dijo que la reestructuración
permitirá la subsistencia del sector.
El Departamento del Tesoro también dijo que el Grupo Presidencial
del Automóvil (GPA), encargado de supervisar la reestructuración del
sector, "no estuvo envuelto en decidir qué concesionarios o cuántos,
serían parte del anuncio de hoy de GM".
General Motors dijo que en las últimas horas notificó a 1.100
concesionarios de todo el país, que no renovará sus contratos de
distribución y que concluyen el próximo año.
El vicepresidente de GM para Ventas en Norteamérica, Mark LaNeve,
confirmó hoy que el Departamento del Tesoro no intervino en la
decisión de eliminar los 1.100 concesionarios y que el Gobierno
estadounidense no conoce qué establecimientos han recibido las
notificaciones.
GM justificó la medida, porque los establecimientos afectados
venden pequeñas cantidades de vehículos o sus resultados son
inferiores a los de la competencia y situados en la mismo área.
Ayer, Chrysler solicitó al juez del Tribunal de Quiebras que
supervisa su suspensión de pagos que le autorice a cancelar los
contratos que tiene con 789 concesionarios.
"Aunque estos anuncios son difíciles para los concesionarios que
ya no venderán automóviles de GM y Chrysler, y las comunidades donde
operan, sin la intervención del presidente (Barack Obama), toda la
red de concesionarios de GM y Chrysler se habría perdido" dijo el
Departamento del Tesoro.