El principal problema de Portugal es la baja productividad de su economía y una perspectiva de escaso crecimiento para los próximos años. Pero, de momento, sus necesidades de financiamiento para 2011 no son asfixiantes, estimó un análisis de Barclays.
"El núcleo de los problemas económicos de Portugal se encuentra en el bajo crecimiento de la productividad. La brecha de competitividad con sus socios de la UE, en torno al 15%, sigue siendo considerable", dijo la entidad.
"Sin una agenda de reformas estructurales fuertes, en nuestra opinión, es muy poco probable que Portugal puede crecer y superar su endeudamiento. El aumento de la competitividad y la flexibilidad en los sectores más regulados, en los servicios y en el mercado de trabajo es necesario para que aumente la inversión y el crecimiento; el crecimiento es necesario para que la deuda en porcentaje del PIB se reduzca", explica el informe.
El análisis del banco advirtió además que sin nuevas reformas estructurales, la deuda pública total podría alcanzar el 100% del PIB en 2014 y podría no estabilizarse a menos que el crecimiento a largo plazo sea mayor (que crezca por encima del 3%).