El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, reconoció hoy un empeoramiento de la situación económica de EEUU. Y aunque insistió en que está dispuesto a usar todas las herramientas de que dispone para apuntalar la alicaída economía estadounidense, el economista no reveló ninguna medida concreta.
"La Reserva Federal hará todo lo que pueda hacer para ayudar a que se restauren altas tasas de crecimiento y empleo en un contexto de estabilidad de precios", dijo el titular del Central estadounidense en un discurso preparado para ser pronunciado en el Club Económico de Minnesota.
El economista comentó que las tensiones financieras en EEUU sigue afectando la débil recuperación en la mayor economía del mundo.
En ese contexto, aunque Bernanke estima como probable que el crecimiento se acelere en el segundo semestre del año, reconoció que existen trabas “persistentes” que frenen una recuperación que calificó como floja.
El titular de la Fed se mostró especialmente preocupado por la “inusual” debilidad del gasto de los hogares estadounidenses.
En relación a los precios, Bernanke se mostró despreocupado por la posibilidad de que persistan el repunte de la inflación iniciado a comienzos del año. "No vemos indicios de que las tasas más altas de inflación experimentadas hasta ahora este año hayan arraigado en la economía", ha asegurado el presidente de la Fed quien ha añadido que "está previsto que la inflación se modere en los próximos trimestres a medida de que las presiones transitorias disminuyan".
Las declaraciones del presidente de la Reserva Federal no fueron bien recibidas por el mercado que de inmediato dieron un giro y se inclinaron por las bajas.
El Dow Jones anota un retroceso de 0,71%, mientras que el S&P 500 pierde un 0,88%. Las acciones tecnológicas en el Nasdaq anotan un retroceso de 0,63%
La tendencia negativa se replica en casi todos los mercados de América que ahora sólo esperan el discurso de Obama sobre el empleo.