El índice de precios al consumidor (IPC) de China de frenó en agosto hasta un 6,2% interanual, al reducirse tres décimas con respecto al dato de julio, mes en el que la inflación alcanzó su nivel más alto de los últimos 37 meses, informó hoy la Oficina Nacional de Estadísticas (BNE) china.
La fuente destacó que los alimentos en agosto subieron de precio un 13,4 % (en julio fue de un 14,8%) en comparación con el mismo mes de 2010, y fue de nuevo la carne de cerdo, uno de los alimentos básicos de la cesta de la compra, la que alcanzó un abultado récord, con un 45,5 % en agosto.
No obstante, el encarecimiento del cerdo también se frenó con respecto a la subida de julio, de un 57 %, y a la de mayo, cuando alcanzó un récord del 68 % interanual, al alcanzar este alimento los 25 yuanes el kilo (US$ 3,86) en su precio para mayoristas.
Según analistas chinos citados por la agencia oficial de noticias Xinhua, existe un desequilibrio entre la oferta y la demanda de carne de cerdo, que mantendrá la inflación de este producto alta en los meses de otoño e invierno, cuando aumenta su consumo.
El dato de la inflación de agosto es ligeramente inferior a las previsiones económicas de Pekín para ese mes, ya que la semana pasada su principal órgano de planificación económica pronosticó un 6,5 %, pero es muy superior al objetivo marcado para todo el año 2011, de un 4 %.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, reconoció la semana pasada que contener los precios sigue siendo una de las mayores prioridades de la agenda del Ejecutivo.
Con el fin de controlar la inflación, el Banco Popular de China (central), ha subido tres veces este año los tipos de interés y seis veces el índice bancario, con el fin de contener el flujo de efectivo y créditos en el mercado.