La discusión para resolver el tema del límite de endeudamiento de Estados Unidos acaba de ser aplazada por casi cuatro meses.
La Cámara de Representantes aprobó ayer una medida para suspender temporalmente el margen legal de la deuda federal hasta el 19 de mayo y así permitir que el gobierno pida prestado el dinero necesario para cumplir con sus obligaciones de pago y evitar el default a fines de febrero. En la Cámara, 285 miembros votaron a favor de la iniciativa y 144 rechazaron la moción, que exige que el Senado apruebe un presupuesto hacia mediados de abril y amenaza con retener el sueldo de los legisladores si no cumple con ese requisito.
“La premisa aquí es bastante simple; dice que no debería haber ningún aumento a largo plazo en el límite de la deuda hasta que haya un plan a largo plazo para abordar la crisis fiscal que enfrenta nuestro país”, comentó el vocero de la Cámara, el republicano John Boehner, durante el debate en la sala. “Este es el primer paso en un esfuerzo por traer responsabilidad fiscal real a Washington”, agregó.
El senador demócrata Charles Schumer aseguró que, si bien los demócratas preferían un aumento del límite de endeudamiento que dure más tiempo, la decisión de la Cámara “muestra que los republicanos están en una retirada total sobre la política fiscal”.
“Ellos reaccionaron”, expresó Schumer y agregó que “jugar con el default nunca fue un plan inteligente por parte de los republicanos”.
Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara, declaró que la iniciativa era un “truco indigno de los desafíos fiscales que enfrentamos”. Junto a otros 110 demócratas, Pelosi se opuso al plan.
El proyecto ahora pasará al Senado, que probablemente legislará sobre este tema la próxima semana. El líder de la mayoría oficialista en dicha cámara, Harry Reid, adelantó que los miembros del Senado aprobarán la medida sin hacerle cambios y se la enviarán al presidente Barack Obama para que la firme. El martes, la Casa Blanca había recibido bien el plan de los republicanos de la Cámara como una forma de reducir la tensión del debate fiscal.