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Baja del petróleo desata relajamiento monetario

La Reserva Federal será el único banco central que suba las tasas este año.

Por: | Publicado: Martes 3 de febrero de 2015 a las 05:00 hrs.
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El 2015 comenzó con una ola de relajamientos monetarios a medida que los bancos centrales intentan ajustar sus economías para hacer frente a los cambios globales. La EIU espera más recortes a las tasas de interés alrededor del mundo en los próximos meses y hemos aplazado nuestras expectativas de endurecimiento monetario. Los resultados harán a los Estados Unidos un caso aún más atípico –e incluso más importante para la economía global– ya que seguimos esperando que la Reserva Federal (Fed) eleve las tasas en julio o septiembre.

El contexto del reciente relajamiento han sido seis meses de caída en los precios de los commodities. Si el precio cae, la fortuna económica de importadores y exportadores diverge, creando incertidumbre en los mercados globales y revisiones a las posturas en política monetaria. También hay una creciente brecha entre el favorable desempeño de la economía estadounidense y la continua decepción de Europa y Japón. Las últimas rondas de alivio monetario a gran escala del Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón llevan a grandes bajas en el valor del euro y del yen contra el dólar norteamericano, lo que causa repercusiones en la economía mundial más allá de sus respectivas costas.

Abriendo los grifos

La transferencia desde precios de energía más baratos a un fuerte crecimiento económico posiblemente será más débil ahora que en períodos similares. Hay múltiples razones para esto: los hogares en muchos países no se sienten suficientemente confiados para gastar sus ingresos adicionales, reflejando una continua tendencia de demanda agregada total deficiente; los consumidores fuera de EEUU han visto sus monedas locales depreciadas contra el dólar, lo que significan que los precios del petróleo no han caído tanto en términos de moneda local; y los gobiernos han aprovechado la oportunidad para remover subsidios o aumentar los impuestos a las gasolinas, lo que ha reducido el nivel de ahorro para los consumidores.

Consecuentemente, la economía global continúa creciendo a una tasa decepcionante. Los menores precios de la energía, sin embargo, están teniendo un efecto más directo en la inflación, que está cayendo alrededor del mundo. El lento crecimiento de la economía global y la baja de los precios significan que muchos bancos centrales están relajando sus políticas monterias, a pesar de gestionar economías muy diferentes.

La primera ola fue en enero, cuando los bancos centrales de Egipto, India, Rumania, Suiza y Perú anunciaron recortes en sus tasas de política. Esta movida fue seguida por Canadá, Dinamarca, Pakistán, Singapur y Turquía. Estas instituciones encajan en dos grupos. Están aquellos cuya prioridad es luchar contra la desinflación, y la de aquellos que están explotando una caída en la inflación para apoyar el crecimiento económico. Dinamarca, Rumania y Suiza caen dentro de la primera categoría; el resto, en la última.

Al mismo tiempo que redujo su tasa más profundamente en territorio negativo (su rango está ahora entre -1,25% y -0,25%), el Banco Nacional Suizo removió el techo del franco contra el euro. A pesar de la especulación de lo contrario, el ministro de Economía danés ha negado que la paridad de la corona con el euro esté en peligro. En su lugar, las autoridades danesas continuarán operando tasas de interés negativas e interviniendo en el mercado en un intento por contener la presión al alza en la corona y mantenerla cerca de su paridad central frente al débil euro.

El Banco de Canadá redujo las tasas en un ataque preventivo. Como uno de los mayores exportadores de petróleo, la caída en los precios globales del crudo está tendiendo un dañino efecto en el crecimiento y la inflación. A Canadá le preocupa que la caída en la inversión de las compañías energéticas y en los ingresos por exportaciones de petróleo puedan minar la lenta recuperación, que ya está viendo dificultades para ganar impulso.

Lentos beneficios

En India, la caída en los precios ha superado los efectos de un mediocre monzón. La inflación ha caído más rápido de lo esperado por el banco central, permitiendo recortar la tasa de interés como un medio para impulsar el crecimiento.

En Egipto, recortar los subsidios a las gasolinas en 2014 exigió un fuerte aumento en las tasas para evitar el alza de la inflación, pero ahora las presiones se han aliviado lo suficiente para que las tasas sean menores.

En Turquía, el crudo ha dado a las autoridades la confianza para reducir las tasas de interés. La principal preocupación en ambas economías es la depreciación de sus monedas. Es posible que los efectos desinflacionarios de los menores precios del petróleo puedan ser anulados por una renovada depreciación en las monedas, lo que podría requerir una costosa intervención en un período de liquidez incierta.

Estos bancos centrales posiblemente serán los primeros en moverse, con otros siguiéndoles. Las condiciones sugieren que hay una posibilidad de recortes en todo el mundo emergente, desde Chile hasta China, mientras que en el mundo desarrollado las fechas del esperado endurecimiento están siendo aplazadas. Esto significa que la Fed (y posiblemente el Banco de Inglaterra) probablemente serán los únicos grandes bancos centrales en elevar las tasas de interés este año.

Continuamos pensando que la Fed va a liderar elevando las tasas en el tercer trimestre –en julio o septiembre – si la economía estadounidense sigue su impresionante crecimiento. Dado que los consumidores locales, más que el comercio, son el principal motor de la economía, hay suficiente estímulo interno para una rápida expansión, incluso con un panorama externo más débil. Pero también reconocemos que el daño a las exportaciones por la rápida apreciación del dólar o una crisis en la demanda por mal clima, pueden persuadir a la Fed a posponerla.

¿Cómo han respondido los mercados? Una clave está en los precios del oro, que tiende al alza en tiempos de incertidumbre (y caída durante períodos de dólar fortalecido). En la segunda mitad de 2014, cuando el dólar despegó contra otras importantes monedas, los precios del oro en términos de dólar cayeron cerca de 20%.

Sin embargo, los precios han aumentado 10% desde comienzos de 2015, revelando temores de que el declive en los precios del crudo sea un precursor de una época de aflicción mundial. La dirección de los precios del oro será un útil indicador de si la actual ronda de alivio monetario ha tenido el efecto deseado o si viene más alivio.

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