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Empresas británicas se preparan para escenario electoral en Reino Unido

El gasto de capital de las compañías del país podría flaquear en caso de que se convoque a un referéndum en el próximo parlamento.

Por: Diario Financiero | Publicado: Jueves 26 de febrero de 2015 a las 04:00 hrs.
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Los días de mayoría parlamentaria de un partido único en las elecciones generales del Reino Unido están contados. Una explicación posible es que los votantes ahora enfrentan las contiendas electorales como deberían responder a sus propias preferencias individuales en la vida, algo que encaja mal con el sistema político actual del Reino Unido.

Por lo tanto, parece probable un período potencialmente largo de parlamentos sin un partido mayoritario. Esto implica una incertidumbre adicional, sugiriendo que un cambio en el gobierno en la próxima elección –cualquiera sea su composición– debilitará la confianza empresarial del Reino Unido. Más aún, las dinámicas políticas del país están estrechamente vinculadas a un potencial referéndum sobre la membresía del Reino Unido a la Unión Europea, poniendo en riesgo el acceso del país al mercado único europeo. Esta es quizá la mayor incertidumbre de todas.

En general, a las empresas no les gusta la incertidumbre. Pero las elecciones generan exactamente esto, ya que hay numerosos temas que las compañías deben considerar, y no menos importante es si los partidos políticos en realidad cumplirán sus promesas pre-electorales. Esto hace que la planificación de las empresas (en particular, las decisiones sobre nuevo gasto de capital y/o contrataciones) sea más difícil de ejecutar. Por ejemplo, a través de los mercados financieros, la incertidumbre asociada a una elección tiene el potencial de aumentar el costo de las acciones y de la deuda de capital de las grandes empresas.

Los movimientos en los mercados bursátiles (y de bonos del gobierno) luego de los resultados de una elección a veces revelan información sobre la confianza empresarial subyacente, al menos en el muy corto plazo.

Un ejemplo de esto ocurrió el 9 de abril de 1992, tras la sorpresiva victoria en las elecciones del entonces primer ministro conservador, John Major, sobre Neil Kinnock del Partido Laborista. El índice FTSE-100 subió 136 puntos, o 5,6%, al cierre de las operaciones el 10 de abril. Este es un ejemplo útil de cómo termina la incertidumbre pre electoral cuando el partido pro empresas logra una mayoría absoluta. El Partido Laborista había estado adelante en las encuestas hasta el día mismo de la elección.

Desde 1987, no ha habido otras instancias de una reacción decisiva de la bolsa inmediatamente después del resultado de una elección.

Este no es un año cualquiera de elecciones. El primer ministro, David Cameron, prometió un referéndum "de todo o nada" sobre la membresía del Reino Unido a la Unión Europea durante el próximo parlamento si logra la mayoría absoluta en las elecciones de mayo.

Pero incluso si no lo logra, como sugieren actualmente las encuestas, un referéndum es aún probable.
En tanto, el líder del Partido Laborista, Ed Miliband, ha dicho que un referéndum sobre la UE es poco factible en caso de que su partido gane las elecciones, a menos que haya un aumento sustancial en la asignación de poderes de Londres a Bruselas.

Claramente, el asunto de la adhesión del Reino Unido a la UE es muy importante para las empresas. Una salida implica un golpe a los acuerdos existentes, particularmente para el comercio libre de impuestos en el mercado único.

A la inversa, la adhesión a la UE representa el status quo que ha prevalecido desde 1973, cuando el Reino Unido se unió a la Comunidad Económica Europea (CEE). De muchas maneras, ya hemos estado aquí antes. En 1975 el Reino Unido votó decisivamente en un referéndum mantener su adhesión a la CEE bajo nuevos términos.

Incertidumbre futura
Actualmente, la mayoría de las empresas británicas parecen no tener problemas ante esta perspectiva. El lobby manufacturero de la Federación de Empleadores de Ingeniería (EEF), señaló recientemente que todavía no había evidencia de debilidad en la inversión extranjera directa en el país.

Sin embargo, el sentimiento benigno podría no durar mucho más. Asumiendo que estamos en lo correcto en que se llamará oficialmente a un referéndum, parece probable que la incertidumbre se haga mayor.
De forma obvia, muchas compañías británicas estarán preocupadas por los riesgos de perder los beneficios de libre comercio en la UE a través del mercado único.

Estas preocupaciones podrían fácilmente hacerse realidad si la actual desconfianza en los políticos del Reino Unido y otras figuras del establishment ganan impulso.

Por lo tanto, no es poco razonable sugerir que el gasto de capital de las empresas del Reino Unido podría flaquear en caso de que se convoque a un referéndum. Nuestro pronóstico para la inversión fija bruta, por ejemplo, prevé un modesto crecimiento de sólo 3% en 2016.

Aún así, a pesar de que un referéndum es probable en el próximo parlamento, el voto por la salida de la UE ("Brexit") no es una conclusión inevitable.

Seguimos sintiendo que las preocupaciones de la opinión pública sobre los efectos de la posible salida en el empleo y el crecimiento económico será suficiente razón para mantener la adhesión a la UE.
Esta lógica es similar a la vista en el referéndum sobre la independencia de Escocia en 2014, en donde Escocia decidió seguir siendo parte del Reino Unido.

De cualquier manera, los riesgos son monumentales y continuaremos examinando otros escenarios, incluyendo la posibilidad de un "Brexit".

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