EIU

Irak enfrenta su momento más decisivo desde el retiro de EEUU

El avance de ISIS hacia Bagdad podría desencadenar, en el peor de los casos, una división de facto del país.

Por: | Publicado: Viernes 13 de junio de 2014 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Esta semana se hizo evidente que el Estado Islámico de Irak y al-Sham (ISIS, su sigla en inglés) tomó control de Mosul y está avanzando por el sur hacia la capital, Bagdad. Esto es probablemente el evento más significativo en Irak desde la retirada de Estados Unidos a fines de 2011 y en el peor de los casos podría desencadenar la división de facto de Irak. Un resultado menos calamitoso vería concesiones entre las facciones políticas para contrarrestar a ISIS.

Lo aparentemente inimaginable ocurrió cuando la segunda ciudad de Irak, con una población de cerca de 2 millones, cayó ante ISIS. La ofensiva relámpago entre el 6 y el 10 de junio fue la culminación de la campaña de un año del grupo “Soldiers’ Harvest” para posicionarse a sí mismo como una entidad territorial. Esta se basa en sus triunfos en Siria, donde controla áreas del país al este de Aleppo, incluyendo Raqqa, una capital provincial de aproximadamente 200.000 personas.

La decisión de lanzar el ataque parece ser resultado de una planificación de largo plazo y de oportunismo, tras la distracción del gobierno por las negociaciones post-elecciones. Esto refleja la toma de poder oportunista de Faluya en enero, cuando las acciones agresivas del Ejército alienaron aún más a las tribus locales, que se unieron a ISIS para expulsar a las fuerzas de seguridad.

Debilidad del Estado


ISIS ha tenido por largo tiempo una influencia significativa en Mosul, en parte al financiarse a través de extorsiones al estilo de los mafiosos, y porque probablemente muchos de los combatientes ya habían sido destinados a la ciudad. La ofensiva comenzó el 6 de junio con ataques en estaciones policiales y puestos de control.

Durante un par de días parecía ser que ISIS podía ser repelido, como lo fue en su ofensiva el 5 de junio en Samarra. No obstante, la marea cambió de rumbo el 9 de junio cuando el grupo tomó control de una serie de blancos significativos: las oficinas del gobierno provincial (el gobernador, Atheel Nujaifi, escapó a penas), el aeropuerto y la base militar Camp Ghizlani. Ya han habido salidas masivas de refugiados escapando de la brutalidad de ISIS. La Organización Internacional de Migración estima que más de medio millón de personas (un 25% de la población de Mosul) ha escapado, en especial las minorías, como los cristianos, que están siendo enviados a la seguridad del territorio kurdo.

Las tropas iraquíes, desmoralizadoa por los bajos sueldos y ataques guerilleros de ISES, se han derrumbado y escapado de la ciudad. De forma preocupante, el primer ministro, Nouri al-Maliki, llamó al Ejército a reunirse en Taji, a 400 kilómetros al sur de Mosul y sólo al norte de Baghdad. ISIS ha lanzado ofensivas en muchas de las ciudades intervenidas como Baiji y Tikrit y podrían intentar otro ataque en Samarra. Si asegura estas posiciones, por el vacío dejado por el ejercito iraquí, duplicaría el territorio bajo su control y estaría peligrosamente cerca de la capital. Ya posee control de algunos de los suburbios, como Abu Ghraib, y tiene una estrategia para rodear la ciudad.


¿Fragmentación o compromiso? 


Esto podría ser un momento decisivo para Irak. Es probablemente el momento más importante desde el retiro de EEUU y podría tener un impacto en aspectos políticos y económicos de Irak. Pese que la producción de petróleo, concentrada principalmente en el sur, no se verá afectada inmediatamente, existe un riesgo de que ISIS y otros grupos expandan gradualmente sus operaciones y comiencen a dirigir sus ataques a la infraestructura energética en el sur. Y una creciente inseguridad en el norte es un riesgo para las exportaciones del gobierno regional de Kurdistán (ya sea por ductos o camiones). Es demasiado pronto para dar pronósticos claros, porque mucho dependerá de si las fuerzas políticas divididas de Irak deciden trabajar unidas en contra de un enemigo común y si es posible reunir al desmoralizado Ejército de Iraq. Este podría ser un momento de unificación, pero podría contribuir de igual manera a una fragmentación.

En el peor escenario el evento podría gatillar una separación de facto de Irak, con ISIS formando una entidad que cortaría los vínculos entre el norte kurdo y el sur shiíta, donde Maliki, quien solicitó al Parlamento que declare un estado de emergencia, intentará usar el caos para atrincherarse en el poder. Gran parte de la población sunita en el centro y el oeste del país, junto con áreas al este de Siria, estarían bajo el control de ISIS. Es probable que las fuerzas kurdas peshmerga defiendan con fuerza el área al este de Mosul, junto con Kirkuk y otros territorios en disputas con amplias poblaciones kurdas, donde ISIS ha estado atacando recientemente.

Un resultado menos calamitoso vería concesiones entre las divisiones políticas. Las fuerzas kurdas abrirían una ofensiva norte en contra de ISIS, en coordinación con el Ejército iraquí, a cambio de concesiones en temas claves como la exportación de petróleo. Mientras tanto, el partido sunita más grande, Mutahidoun, guiado por el vocero del Parlamento, Usama Nujafi, con base política en Mosul, apoyaría a Maliki al reunir a la población local contra ISIS. A cambio, él esperaría promesas firmes de reformas en áreas donde los sunitas se sientes marginados, un contexto que ha creado un ambiente fértil para que ISIS asegure apoyo local y se una a otras milicias sunitas. Él estaría a la espera de portafolios políticos claves, particularmente el Ministerio de Defensa. Nujaifi ya ha llamado a una cooperación y ha dicho que está preparado para reunirse con Maliki.

Lo más leído