La mitad de los estadounidenses no está de acuerdo con que se construyan nuevas plantas nucleares en su país, lo que supone el índice de desaprobación más alto desde 1986, cuando se produjo la catástrofe en la central de Chernóbil.
Así lo indica una encuesta de la cadena CBS que hoy recogen medios locales, y que mide la reacción de los estadounidenses al desastre nuclear provocado en la central japonesa de Fukushima.
El 43% de los encuestados cree que el proyecto de construir 18 nuevas plantas nucleares en los próximos años debería seguir adelante, mientras que el 50% se opone a ello.
El resultado muestra un cambio drástico desde 2008, cuando el 34% de los estadounidenses se mostró, en la última encuesta de la CBS, en contra de la construcción de nuevas plantas.
La desaprobación no era tan alta desde 1986, cuando el mayor desastre nuclear de la historia, el de Chernóbil, provocó que el 59% dieran la espalda a la energía atómica.
Las que existen son seguras
Pese a las reticencias, la encuesta de la CBS también concluye que más de dos tercios de los estadounidenses creen que las 104 plantas nucleares que ya se encuentran operando en su país son "generalmente seguras", y sólo un 22% cree que no lo son.
Para el 47% de los encuestados, los beneficios de la energía nuclear "superan con creces los riesgos", mientras que el 38% opina lo contrario.
No obstante, el 65% se mostró preocupado por la posibilidad de que se produzca un accidente nuclear en Estados Unidos, y entre ellos, un 31% se declaró "muy preocupado".
La encuesta de la CBS se realizó entre el 18 y el 21 de marzo a 1.022 adultos de todo el país, con un margen de error de más o menos tres puntos porcentuales.