El índice de precios al consumo (IPC) de China aumentó el 3,1% interanual en septiembre, lo que supone una aceleración de la inflación, que un mes antes se situaba en el 2,6%, anunció hoy la Oficina Nacional de Estadística.
La subida se encuentra ligeramente por encima del 3 por ciento que calculaban los analistas, pero aún cómodamente alejado del máximo del 3,5% que se ha marcado el Gobierno chino para todo el año.
Este alza, según la Oficina de Estadística, se debe al fuerte incremento registrado durante el mes pasado en los precios de los alimentos, de un 6,1%, frente al 1,6% de los productos no comestibles.
En concreto, la fruta subió un 12,5%, mientras que las verduras fueron un 18,9% más caras.
Los precios de los alimentos representan un tercio del cálculo del IPC chino.
Según la Oficina, el encarecimiento de los comestibles se atribuye a las fuertes lluvias y las sequías en diferentes regiones, así como al factor vacacional, pues en septiembre China celebró durante tres días el Festival de Medio Otoño y a finales de mes comenzó la Semana Dorada, el parón de siete días por la fiesta nacional.
Con respecto al mes anterior, los precios en septiembre aumentaron un 0,8%, tres décimas de punto porcentual más de lo que calculaban los analistas.
Según el analista Niu Li, del Centro de Información del Estado, aunque en los meses próximos se anule el factor vacacional, entrarán en juego otras efectos estacionales, el comienzo de la temporada de frío, que pueda hacer subir los precios de los alimentos mantendrán al alza la inflación en China.
A juicio del analista, cabe esperar un crecimiento interanual del IPC entre el 3 y el 3,5% durante los próximos tres meses, aún dentro del margen que se ha fijado el Gobierno.
Durante los primeros nueve meses de este año, el IPC creció un 2,5% interanual.
Además, el índice de precios al productor, que mide la inflación en las ventas al por mayor, registró un descenso del 1,3% interanual en septiembre.
Se trata del décimo noveno mes consecutivo en el que descienden estos precios en China.
El próximo viernes se dará a conocer la cifra de crecimiento de la economía china para el tercer trimestre.
Durante el segundo trimestre, el avance fue del 7,5%, la misma cifra que el objetivo que se ha fijado el Gobierno chino, aunque por debajo del 7,7% del primer trimestre.
Los analistas esperan que el crecimiento que se anuncie el viernes marque un repunte hasta el 7,8 %.
A lo largo del último trimestre la economía china había comenzado a dar señales de recuperación tras el aletargamiento del año pasado, y datos como las ventas al exterior registraron un aumento del 7,5% en agosto.
Sin embargo, las exportaciones chinas registraron en septiembre un sorpresivo descenso del 0,3%, según los datos de la Administración General de Aduanas china anunciados el sábado, lo que pone de relieve la debilidad de la demanda externa y apunta a una posible suavización de la recuperación en el cuarto trimestre.
Las autoridades chinas, con el presidente Xi Jinping a la cabeza, aseguran que los fundamentos de la economía del país son sólidos y la desaceleración del crecimiento obedece a una decisión de sacrificar el crecimiento rápido para acometer reformas que garanticen la sostenibilidad a largo plazo.
En un discurso ante una reunión empresarial de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), Xi afirmó la semana pasada que un crecimiento del 7% es suficiente para lograr la meta que se ha fijado de doblar el producto interior bruto (PIB) y los ingresos per cápita para 2020.
No obstante, reconoció que los desafíos que afronta la economía china -que incluyen una caída en la demanda externa, un exceso de capacidad de producción y el endeudamiento de los gobiernos locales- son "especialmente difíciles".
"Son problemas bastante complicados. Es extremadamente importante que sigamos adelante sin cejar en ningún momento", sostuvo el jefe de Estado chino.