El gobierno de Nicolás Sarkozy presentó ayer el presupuesto para 2012 teniendo como principal objetivo la reducción de la deuda de Francia, recortando el déficit público hasta 4,5% el próximo año.
“Reducir la deuda pública es una prioridad”, aseguró la oficina del presidente después de que el gabinete aprobara la propuesta. “Comienza cortando el déficit público. Este presupuesto confirma el carácter inviolable de la trayectoria a mediano plazo para restaurar los presupuestos balanceados”.
Dentro de las medidas del plan se establece el despido de más de 30.000 empleados públicos y la creación de un impuesto temporal para aquellos que ganen más de 500.000 euros al año. Esta reducción del presupuesto es la primera desde la segunda Guerra Mundial.
Así, el país pretende recortar sus gastos en 11.000 millones de euros (US$ 14.897 millones) en 2012, reduciendo su déficit a 3% en 2013, 2% en 2014 y 1% en 2015. Esto permitirá reducir la deuda de 87,4% del PIB en 2012 a 87,3% en 2013, aunque aún estaría por encima del límite de la Unión Europea de 60%.
Sin embargo, Sarkozy podría enfrentar obstáculos en la próxima elección presidencial de 2012, y en donde los socialistas han ido ganando terreno (la izquierda ganó la mayoría del Senado el domingo pasado por primera vez en décadas).
Menor crecimiento
Además, el gobierno rebajó sus previsiones de crecimiento para la economía en 2012, a 1,75% debido al panorama actual más negativo.
“A pesar de contar con fundamentos económicos sólidos, Francia ha sufrido por el regreso de la ralentización del crecimiento mundial, las incertidumbres que existen sobre ciertos países de la zona euro, así como las turbulencias que agitan los mercados financieros desde agosto”, aseguró la administración.