China merece parte de la culpa por el desastre fiscal que mantiene Estados Unidos
Es difícil discutir la postura china de que EEUU ha estado viviendo más allá de sus medios...
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Por Simon Rabinovitch
Es difícil discutir la postura china de que EEUU ha estado viviendo más allá de sus medios. Pero el adicto no habría estado tan enganchado sin un dealer generoso. China ha sido el principal proveedor de la deuda barata que a EEUU le ha resultado una droga tan irresistible.
El problema no es sólo que China es el mayor acreedor extranjero de Treasuries, con más de US$ 1,1 billón. Más preocupante es la tasa de incremento en las tenencias chinas, de menos de US$ 100 mil millones hace una década a la pila que tiene hoy. Eso ha hecho a China el comprador más importante de deuda estadounidense en la última década.
La largueza china no causó la crisis financiera global. No hizo que los reguladores estadounidenses pasaran por alto los peligros subprime. Pero actuó como facilitador, permitiendo a EEUU disfrutar de tasas ultrabajas por un período prolongado que animó una loca toma de riesgos.
Xinhua comenzó así su comentario: “Los días en que el endeudado Tío Sam podía despilfarrar alegremente el endeudamiento ilimitado del extranjero parecen contados”. Fuera del hecho que tal sarcasmo no calza con la agencia oficial de noticias de la segunda economía más grande del mundo, Xinhua fue hipócrita al levantar el tema del endeudamiento ilimitado en el extranjero sin cuestionar la mano de China.
El apetito inagotable de China por la deuda estadounidense es un resultado directo de su propio régimen cambiario distorsionado, bajo el cual compra muchas de las divisas extranjeras que entran al país para mantener bajo el renminbi, y a su vez invierte ese dinero en bonos del gobierno de EEUU.
Este punto se ha planteado muchas veces, pero vale la pena repetir que un renminbi más guiado por el mercado podría haber llevado a un resultado diferente. Las reservas extranjeras de China habrían crecido más lentamente, y es concebible que el déficit comercial de EEUU hubiera sido menor. La economía global igual habría tenido problemas, pero habría estado algo más estable.
Algo constructivo que puede salir de la rebaja de la deuda estadounidense podría ser una convicción más fuerte en China de que se necesita una reforma más rápida de la tasa de cambio. El banco central dio un paso prometedor ayer, con el mayor aumento en casi un año en su cotización diaria para el renminbi y permitiendo que la divisa llegara a un récord frente al dólar.
¿Está el mayor dealer de deuda limpiando su acto?