Los problemas legales de Dominique Strauss-Kahn están recién comenzando y también la batalla sobre quién lo reemplazará como director del Fondo Monetario Internacional.
Su arresto el fin de semana llevó a algunos analistas a decir que puede ser una oportunidad para que países emergentes se hagan cargo de la institución. Pero ayer, funcionarios europeos insistieron en mantener el cargo en manos de un europeo, con la canciller alemana Angela Merkel liderando la carga. Merkel dijo que hallar un reemplazante para Strauss-Kahn no era “una cuestión para hoy”, pero que dada la crisis de la deuda soberana en la periferia de la eurozona, había “buenas razones” para proponer a un candidato europeo.
Tradicionalmente, un estadounidense dirige el Banco Mundial, mientras un europeo está al frente del FMI.
Didier Reynders, ministro belga de Hacienda, señaló que “sería preferible que conserváramos estos puestos en el futuro”.
Los comentarios de Merkel y Reynders sugieren que Europa se esforzará por mantener la tradición. E incluso países europeos que esta vez estaban dispuestos a considerar un candidato de los mercados emergentes, lo están volviendo pensar.
Entre los europeos, la candidatura de más alto perfil es la de Christine Lagarde, ministra de Finanzas de Francia. Gordon Brown, ex premier británico, aún está en carrera, pese a que David Cameron, su sucesor en Downing Street, ha expresado su oposición.