Corea del Sur subió inesperadamente las tasas de interés en lo que el presidente Lee Myung-bak llamó su guerra total contra la inflación.
El banco central de Corea elevó la tasa de referencia en 15 puntos base a 2,75%, al mismo tiempo que el país reveló medidas para controlar los precios de los alimentos y servicios básicos.
La nación reducirá los aranceles a las importaciones de pescado, acelerará las compras de leche en polvo y monitoreará los costos de la educación pre-escolar. El Banco de Corea prevé que la inflación podría acelerarse a 3,5% este año, desde 2,9% en 2010. Pese a que varios analistas habían advertido que Seúl podía esperar hasta febrero para subir el costo de los préstamos, economistas también han acusado a Seúl de demorarse mucho en normalizar las tasas después de la crisis. El banco central había mantenido las tasas en un mínimo récord de 2% durante 16 meses.