México opta por el retorno de la vieja guardia al poder
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido de centro que gobernó a México por 71 años...
- T+
- T-
Por Adam Thomson en Ciudad de México
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido de centro que gobernó a México por 71 años consecutivos hasta 2000, vuelve al poder en uno de los retornos políticos más notables de la historia latinoamericana.
Hasta ayer, y con 91% de los votos contados, Enrique Peña Nieto, el candidato del partido, había alcanzado el 38% de los votos, según las autoridades electorales del país.
Eso lo ubica sólo 5,4 puntos porcentuales sobre el segundo lugar, Andrés Manuel López Obrador, el líder de izquierda que estuvo cerca de llegar a la presidencia en 2006. Si se mantiene, el margen le dará a Peña Nieto una victoria más pequeña que las cifras de dos dígitos que anticiparon las encuestas antes de la elección.
Es casi seguro que el triunfo significará duras negociaciones en el Congreso, ya que Peña Nieto, un ex gobernador, apoya una agenda que incluirá una reforma tributaria para que las grandes compañías paguen más, y una reforma energética para abrir a Pemex, la firma petrolera estatal, a capital privado.
México se ha recuperado sólidamente desde la recesión de 2009, y se espera que el crecimiento de este año esté levemente por encima del pronóstico oficial de 3,5%, cerca del doble de la tasa promedio anual durante los últimos diez años.
Sólo un reconocimiento
Josefina Vázquez Mota, candidata del saliente Partido de Acción Nacional (PAN), fue la primera de los rivales del Peña Nieto en reconocer la derrota. Dijo que se mantendría atenta para asegurar que “las reformas estructurales que el país necesita se realicen y para prevenir la vuelta del autoritarismo”.
Los comentarios fueron una clara referencia a gran parte del siglo 20 cuando el PRI gobernó México en un sistema político cerrado con escasa consideración por la democracia. Fue sólo en 1989 que el partido perdió una elección estatal, y sólo en 1997 que perdió la mayoría absoluta en el congreso federal.
Pero López Obrador rechazó aceptar la derrota. “La posición que estoy tomando es de esperar” hasta que todos los votos hayan sido contados.,
La frase recordó su protesta de “voto por voto, casilla por casilla” en 2006 cuando, después de perder la elección por menos de un punto porcentual, López Obrador llamó a sus seguidores a ocupar la principal avenida de México, lo que causó caos al cortar la ciudad por la mitad.