Por María Ignacia Alvear C.
La disputa por patentes fue un tema clave que pesó en la compra de Motorola Mobility por parte de Google, que estaba siendo acorralado por los otros grandes del sector tecnológico que lo amenazaban con demandas. Apple, el fabricante de iPhone, y Microsoft, desarrollador del software Windows Phone, tienen en la mira al sistema operativo Android, de Google, que se utiliza en los aparatos celulares de LG, Samsung y HTC, entre otros. Y el ganar cerca de 17.000 patentes de Motorola (que se suman a las más de 1.000 compradas a IBM en julio), le ayudaría a Google a detener el ataque.
“Creo que Google ahora tiene suficientes (patentes) para ser una súper-potencia en el área de los aparatos de celulares”, dijo al diario británico Financial Times el director gerente de Inflexion Point Strategy, Ron Laurie.
Dominio de los
smartphones
La competencia por el dominio del mercado de los smartphones se ha redoblado desde la introducción de Android, en 2008. Las patentes se han transformado en la vía para luchar por la participación de mercado. Tanto las demandas de Apple como de Microsoft se han enfocado en los dispositivos que utilizan Android, mientras que Oracle demandó a Google porque Android habría sido desarrollado usando su lenguaje de programación Java. Oracle está esperando compensación por la violación de derechos de autor, y la respuesta de Google ha sido desafiar la validez de las patentes de Oracle.
Pero ahora el panorama es distinto. “Antes se podía demandar a Google y no había ningún riesgo porque no tenían patentes. Lo mismo ocurre con Motorola”, señaló el analista de Sanford C. Bernstein, Pierre Ferragu.
Sin embargo, la agencia Standard & Poor’s recomendó ayer vender las acciones de Google porque el número de patentes sería insuficiente para evitar la incertidumbre judicial.
Ganadores y perdedores
Las acciones de Google han caído en las dos jornadas posteriores al anuncio, acumulando un retroceso de 4,4%. Una de las razones de la caída tiene que ver con la reacción de las demás empresas que trabajan con el sistema Android. Con la compra de Motorola, Google pasará a ser un fabricante de software y hardware, tal como Apple. Por eso, sus antiguos aliados tendrán razones para dudar de la neutralidad del sistema operativo y de que las nuevas versiones de la plataforma salgan antes y funcionen mejor con Motorola. Esto provocaría que quieran reducir su dependencia potenciando otras plataformas alternativas, como Windows Phone o WebOS de HP.
La guerra de las patentes también podría convertir a otras firmas en blanco de adquisiciones. El valor de Nokia ha caído a un nivel accesible de US$ 23.000 millones, mientras que la franco-estadounidense Alcatel-Lucent, con un valor de apenas
US$ 8.900 millones, cuenta con varios miles de patentes.