Líderes mundiales, aliviados por la estrecha victoria electoral en Grecia de los partidos a favor de un rescate, presionarán el lunes a Europa en la cumbre del G20 para que trace una estrategia duradera que salve al euro y acabe con la tormenta financiera.
Los líderes del Grupo de los 20 (G20), que reúne a las mayores economías industrializadas y emergentes y representa más del 80 por ciento del Producto Interno Bruto mundial, iniciarán dos días de reuniones en el balneario mexicano de Los Cabos para priorizar el crecimiento y la creación de empleos como una manera de impulsar a la desacelerada economía mundial.
Los países del G20 quieren saber si Europa se encamina a adoptar una hoja de ruta con un calendario concreto para lograr el inmenso salto hacia una unión financiera, fiscal y política que fortalezca la resistencia del bloque, un camino que los líderes de la Unión Europea aún no han comenzado a transitar con miras a su cumbre a fines de junio.
"Vamos a seguir planteando el caso", dijo David Plouffe, un importante consejero de Obama, durante una entrevista de televisión.
"Habrá avances en los próximos dos días, pero nadie debería esperar una resolución firme", agregó.
El presidente chino, Hu Jintao, dijo en entrevista a un periódico el fin de semana que los miembros del G20 deberían abordar la crisis de deuda en "un modo constructivo y de cooperación, alentar y apoyar los esfuerzos de Europa para resolverla y enviar una señal de confianza al mercado".
Japón apoyó a ese llamado
"Nosotros (el viceprimer ministro chino, Wang Qishan y yo) acordamos buscar más esfuerzos de la zona euro, de Alemania en particular, porque la estabilidad en Europa es indispensable", dijo el ministro de Hacienda Jun Azumi al llegar a México para la cumbre del G20.
El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick fue mucho más contundente, considerando que es "un momento absolutamente crítico" y advirtiendo a Europa que no desperdicie esta oportunidad para una acción decisiva.
"Estamos esperando que Europa nos diga qué va a hacer", dijo Zoellick el domingo en una reunión con empresarios al margen de la cumbre del G20.
La crisis de deuda de Europa ha mostrado la necesidad de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) tenga más recursos para enfrentarla.
Los líderes de las mayores economías del mundo se aprestan a ratificar sus promesas de realizar nuevos préstamos al FMI, aunque algunos países emergentes están frustrados con el lento avance para lograr más poder en el organismo multilateral.