La "troika" formada por la Unión Europea (UE) el Fondo Monetario Internacional(FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) volverá a Grecia la próxima semana para revisar el programa de austeridad, tras dos jornadas de conferencias telefónicas con "progresos satisfactorios".
Tras dos días de negociaciones telefónicas entre el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos con Poul Thomsen, del FMI; Mathias Mors, de la UE); y Claus Masuch, del (BCE), se logró la vuelta de los inspectores a Atenas, una condición para concluir su informe sobre el ritmo de reformas.
De un dictamen favorable sobre el cumplimientos de los objetivos de Atenas depende que se liberen los 8.000 millones del sexto tramo del rescate internacional, indispensables para que Grecia no suspenda pagos porque carece de liquidez más allá de octubre.
Aunque aún no está garantizado ese pago, la vuelta de los jefes de misión de la "troika" supone que Grecia logró convencerles de que será capaz de cumplir -con más medidas de austeridad- con sus metas presupuestarias, condición previa para seguir recibiendo ayuda.
El Ministerio de Finanzas griego aseguró que durante las conversaciones se repasaron las cuentas públicas no sólo de 2011, sino las previsiones entre 2012 y 2014, los años en los que el país recibirá asistencia económica internacional. Grecia tiene como objetivo reducir su deuda pública este año hasta 7,6%, cuando en 2009 se situaba en 15,4%.
Los representantes del FMI afirmaron hoy que la deuda pública de Grecia alcanzará 189,1% por ciento del PIB en 2012, elevando sus proyecciones de deuda y déficit para el país, inmerso en una grave crisis financiera. La proporción supera la estimada por el FMI en junio, cuando indicó que la deuda pública llegaría el año que viene a un récord del 172% del PIB, para empezar a contraerse a partir de entonces.