El mapa de las economías mundiales se sigue reordenando, en un proceso que se aceleró en parte por la crisis de deuda en Europa. Mientras las principales potencias del Viejo Continente luchan por salir de la recesión, Indonesia crece a tasas superiores a 6%.
Según los expertos, la fortaleza del crecimiento de Indonesia no es una tendencia de corto plazo, sino que tiene una base sostenible, que servirá para acortar cada vez más las brechas con los países avanzados. Tanto así, que para 2030 podría superar a Alemania y al Reino Unido y convertirse en la séptima economía más grande del mundo.
Un estudio de McKinsey & Co. que postuló este escenario, afirmó que para 2030 las empresas agrícolas, de consumo y energéticas que operan en ese país registrarán ventas anuales por US$ 1,8 billón (millón de millones).
En dos décadas, la demanda por energía podría triplicarse respecto de los niveles actuales, las tiendas de conveniencia liderarían una "revolución" en el comercio minorista y los proveedores de servicios financieros serían quienes tengan mayores oportunidades de negocios, postuló el informe.
"Indonesia está en medio de una rápida transformación", dijo McKinsey. "La economía de Indonesia es más grande, más estable y más avanzada de lo que muchas empresas e inversionistas en todo el mundo perciben".
A más de diez años de que la crisis asiática obligara al país a solicitar un rescate del Fondo Monetario Internacional, Fitch Ratings y Moody's Investors Service subieron la calificación del país a grado de inversión, entregando una señal de estabilidad a los inversionistas.
Indonesia es actualmente la 16ª economía del mundo, con un Producto Interno Bruto cercano a US$ 846 mil millones el año pasado, según datos del FMI. Eso podría subir a US$ 1,8 billón en 2017, frente a US$ 3,9 billones de Alemania y a US$ 3,2 billones del Reino Unido en el mismo período, de acuerdo con estimaciones del Fondo.
Para 2030, su PIB sólo sería superado por China, EEUU, India, Japón, Brasil y Rusia, aseguró el reporte.
6% de expansión
El PIB de Indonesia creció 6,37% en el segundo trimestre, frente al año anterior, impulsado por la inversión y el consumo. Su tasa de expansión es sólo superada por China dentro del G20. Para este año, el banco central pronostica un crecimiento de entre 6,1% y 6,5%, mientras que en 2013 el PIB subiría entre 6,3% y 6,7%.
Según el informe de McKinsey, un crecimiento anual de 5% a 6% sumará 90 millones de personas a la "clase consumidora" para 2030 (definida como aquellos con ingresos netos anuales de más de US$ 3.600 a paridad de poder de compra de 2005). Pero una expansión de 7% al año, la meta del gobierno, sumaría a 170 millones de personas, desde 45 millones en 2010.
Indonesia no es "un exportador manufacturero asiático típico impulsado por una creciente fuerza laboral o un exportador de commodities impulsado por su rico legado de recursos naturales", dijo McKinsey. "La realidad es que, en gran medida, es su consumo doméstico en lugar de sus exportaciones; y servicios en lugar de manufacturas o recursos, los que están impulsando el crecimiento".
Los motores económicos hasta ahora han sido el gasto de consumo y las inversiones. El presidente Susilo Bambang Yudhoyono está aumentando el gasto en carreteras, puertos y aeropuertos para mejorar la infraestructura del país. Pero también está subiendo la inversión privada.
El año pasado, las inversiones representaron un 32,9% del PIB, la mayor participación desde la crisis asiática. Según dijo a Bloomberg el economista de Capital Economics en Londres, Gareth Leather, detrás de esto está "una sólida confianza de las empresas y bajas tasas de interés", que se mantendrán en su actual mínimo récord por el resto del año y el próximo.
El potencial de crecimiento de Indonesia llevó al banco Standard Chartered a postular que el país se sumará a China e India como el motor del tercer "súper ciclo" global, lo que define como un período de crecimiento global históricamente alto, impulsado por un creciente comercio, altas tasas de inversión, urbanización e innovación tecnológica.